Fernando Martí Haik

Entre más pasan los días y más consulto los datos que existen en la red, con respecto al lamentable hecho, más lamento lo podrido del sistema, lo burócratas que suelen ser a los que contratamos como funcionarios y ¿responsables?
Finalmente, hasta el día de ayer, se pronunció el encargado de velar por la nación, pero dentro de su discurso, encuentro más intenciones políticas, que un sincero pésame. Y no es mejor del otro lado, y no será mejor, porque para los políticos, y para algunos medios, el tema no es analizado desde la profundidad que se requiere para verdaderamente lograr afrontar un cambio, tanto en forma como en fondo...
El mundo es muy pequeño y ayer precisamente me enteré, de que la tía de Fernando trabaja en la escuela en que estudió uno de mis hijos, él me comentó el día de ayer, que los desalmados depredadores sociales habían tenido el descaro de dejar un mensaje para la familia que decía: "Por tratarnos mal"...
¿Y cómo esperaban ser tratados?, partiendo del supuesto que efectivamente se les hubiera podido tratar mal. Su mensaje deja ver la prepotencia, que la impunidad y la corrupción le alienta porque seguramente su apuesta es que no los van a atrapar. El secuestro y asesinato de Fernando (qepd), dejó por lo menos 3 familias enlutadas, la familia Martí, la familia del escolta que tenía 25 años y su chofer de 61. Me he cuestionado ¿pudo ser distinto el final, si los judiciales no hubieran entrado nunca en contacto? Dentro de las notas del 6 de junio - a tan solo dos días posteriores al secuestro-, comentaba una nota del Reforma, entre otras cosas lo siguiente:

Revelan que encajuelados eran policías

Pertenecían hombres hallados en Coyoacán a la Agencia de Seguridad Estatal del Edomex

Por Grupo Reforma

Ciudad de México (07 de junio de 2008).- Dos policías de la Agencia de Seguridad Estatal del Edomex, fueron estrangulados y abandonados dentro de un vehículo en el perímetro de la Delegación Coyoacán. Una de las víctimas todavía se encontraba con vida, pero falleció horas después ... Al lugar llegaron a investigar unos 20 policías preventivos de los sectores Taxqueña y Culhuacán, alrededor de 10 agentes de la Policía Judicial y el personal de la Agencia 38 Bis del Ministerio Público, en Coyoacán ... En el asiento trasero estaba el cadáver de Jorge Palma Lemus, de 61 años, quien de acuerdo con informes de la Procuraduría General de Justicia estaba vendado de la cara, con golpes en la nariz y dos surcos de cuerdas en el cuello. El estudio forense certificó que el hombre murió por asfixia. En la cajuela estaba Cristian Salomé Flores de 25, quien también estaba vendado, con golpes en la cara y con huellas de ahorcamiento con cuerdas. La segunda víctima aún se hallaba con vida, pero no podía hablar debido a las lesiones en el cuello. Según los policías, Salomé Flores les alcanzó a decir que formaba parte de la escolta de un funcionario que había sido secuestrado. Posteriormente, personal de la ambulancia A8 012 al Hospital General Xoco, pero horas después falleció al ser atendido, informó *Rafael Mateos, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF.
http://www.reforma.com/justicia/articulo/889060/

Ahora por favor escuche con atención la siguiente entrevista, que le hiciera Ciro Gómez Leyva, el día de ayer a la Fiscal Antisecuestro Nicandra Castro. Si el vídeo no aparece, puede consultarlo en el sitio http://www.radioformula.com.mx/programas/tarde/videos.asp. Cuando aparezca el vídeo la primera parte de la entrevista dura 8 minutos, y la que me interesa que usted escuche, es la segunda parte, que consta de 9 minutos:



Y lea la nota del 7 de junio, que fue publicada por otro diario:
La Prensa
7 de junio de 2008
* Matan a chofer y guardaespaldas de hombre secuestrado
Noel F. Alvarado

Un hi­jo del em­pre­sa­rio, fa­bri­can­te y due­ño de una ca­de­na de tien­das de ar­tí­cu­los de­por­ti­vos fue se­cues­tra­do por un co­man­do ar­ma­do, jun­to con su cho­fer y es­col­ta, por quien exi­gen tres mi­llo­nes de dó­la­res. Des­pués de va­rios días de ne­go­cia­cio­nes sin res­pues­ta, los pla­gia­rios, ase­si­na­ron por tor­tu­ra y as­fi­xia al es­col­ta y cho­fer del hi­jo del im­por­tan­te hom­bre de ne­go­cios, pa­ra lue­go aban­do­nar­los en la ca­jue­la y asien­to tra­se­ro de un ve­hí­cu­lo -con re­por­te de ro­bo- en ca­lles de la De­le­ga­ción Co­yoa­cán. El se­cues­tro y do­ble cri­men, es in­ves­ti­ga­do por la Fis­ca­lía Cen­tral de In­ves­ti­ga­ción pa­ra Ho­mi­ci­dios y la Fis­ca­lía pa­ra la Se­gu­ri­dad de las Per­so­nas e Ins­ti­tu­cio­nes de la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de Jus­ti­cia del Dis­tri­to Fe­de­ral. A la in­ves­ti­ga­ción se in­te­gra­ron ele­men­tos de la Agen­cia Fe­de­ral de In­ves­ti­ga­ción.De acuer­do a la ver­sión de al­gu­nos de los en­car­ga­dos en el es­cla­re­ci­mien­to de es­te com­pli­ca­do ca­so, des­de el pa­sa­do fin de se­ma­na la víc­ti­ma fue se­cues­tra­da pe­se a que al mo­men­to del pla­gio via­ja­ba jun­to con un es­col­ta y su cho­fer, iden­ti­fi­ca­dos co­mo Jor­ge Pal­ma Le­mus, de 61 años de edad y Ch­ris­tian Sa­lo­mé Flo­res, de 25. El co­man­do ar­ma­do de se­cues­tra­do­res, no so­la­men­te pri­va­ron de su li­ber­tad al hi­jo del im­por­tan­te hom­bre de ne­go­cios, si­no que tam­bién al cho­fer y al guar­daes­pal­das. Co­me­ti­do el pla­gio, los rap­to­res se co­mu­ni­ca­ron vía te­le­fó­ni­ca con la fa­mi­lia pa­ra ne­go­ciar el res­ca­te con­sis­ten­te en tres mi­llo­nes de dó­la­res.De­bi­do a que el tiem­po pa­só y -pre­sun­ta­men­te- no se lle­ga­ba a nin­gún acuer­do so­bre el pa­go del res­ca­te, los se­cues­tra­do­res, tor­tu­ra­ron al cho­fer y al es­col­ta, quien per­te­ne­cía a la Agen­cia de Se­gu­ri­dad Es­ta­tal (ASE) del Es­ta­do de Mé­xi­co.A Jor­ge Pal­ma Le­mus, cho­fer, ade­más de so­me­ter­lo a cruel tor­tu­ra, lo ven­da­ron y as­fi­xia­ron al co­lo­car­le tra­pos en la bo­ca. Lue­go de ello, lo de­ja­ron sin vi­da en el asien­to tra­se­ro de un ve­hí­cu­lo Cor­sa, pla­cas de cir­cu­la­ción 614-THL. En tan­to que al guar­daes­pal­das, Ch­ris­tian Sa­lo­mé Flo­res, de 25 años de edad, tam­bién fue so­me­ti­do a cruel tor­tu­ra, lo ven­da­ron y lo in­ten­ta­ron es­tran­gu­lar. Al ver que per­dió el co­no­ci­mien­to, los se­cues­tra­do­res lo die­ron por muer­to pa­ra lue­go en­ca­jue­lar­lo en el mis­mo au­to­mó­vil.Lue­go de ello, va­rios de los pla­gia­rios con­du­je­ron el ve­hí­cu­lo Cor­sa pla­cas 614-THL por ca­lles del DF y lo aban­do­na­ron fren­te a la cons­truc­ción mar­ca­da con el nú­me­ro 6 de la ca­lle Cas­te­lla­nos Quin­to, muy cer­ca de la Cal­za­da de Tlal­pan, en la Co­lo­nia Cen­ti­ne­la, De­le­ga­ción Co­yoa­cán.Ahí, el au­to­mó­vil fue des­cu­bier­to por al­gu­nos tran­seún­tes y de­bi­do a que ob­ser­va­ron el cuer­po ven­da­do de un hom­bre en el asien­to tra­se­ro, de in­me­dia­to so­li­ci­ta­ron la in­ter­ven­ción de uni­for­ma­dos de la Se­cre­ta­ría de Se­gu­ri­dad Pú­bli­ca ca­pi­ta­li­na y de per­so­nal de los cuer­pos de so­co­rro. Cuan­do los po­li­cías, so­co­rris­tas y au­to­ri­da­des mi­nis­te­ria­les en Co­yoa­cán, lle­ga­ron a ese lu­gar­,des­cu­brie­ron que en el asien­to tra­se­ro se en­con­tra­ba el ca­dá­ver de Jor­ge Pal­ma Le­mus, de 61 años de edad. En esos mo­men­tos, los in­ves­ti­ga­do­res de la PDGJF y po­li­cías pre­ven­ti­vos, es­cu­cha­ron rui­dos en la ca­jue­la del au­to­mó­vil, por lo que pro­ce­die­ron a abrir­la. Ahí, en­con­tra­ron aún con sig­nos de vi­da a Ch­ris­tian Sa­lo­mé Flo­res, de 25 años de edad. De­bi­do a ello, los pa­ra­mé­di­cos le brin­da­ron los pri­me­ros au­xi­lios, pa­ra lue­go ser tras­la­da­do de emer­gen­cia al Hos­pi­tal de Xo­co, don­de re­ci­bió aten­ción mé­di­ca; sin em­bar­go, la tar­de de ayer, fun­cio­na­rios de la Pro­cu­ra­du­ría ca­pi­ta­li­na, in­for­ma­ron que a con­se­cuen­cia de que no le lle­ga­ba oxí­ge­no al ce­re­bro, és­te fa­lle­ció.Se lo­gró des­cu­brir que Jor­ge Pal­ma Le­mus, se de­sem­pe­ña­ba co­mo cho­fer y Ch­ris­tian Sa­lo­mé Flo­res, fun­gía co­mo guar­daes­pal­das. Ade­más, que­dó al des­cu­bier­to que al mo­men­to de de­sa­pa­re­cer, acom­pa­ña­ban al hi­jo del em­pre­sa­rio. Aun­que la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de Jus­ti­cia del DF, con­ti­núa la in­ves­ti­ga­ción en com­ple­to her­me­tis­mo, tras­cen­dió que un gru­po es­pe­cial de agen­tes de la Po­li­cía Ju­di­cial, ras­trean a los se­cues­tra­do­res en un in­ten­to por de­tec­tar­los y li­be­rar al hi­jo del em­pre­sa­rio.
http://www.oem.com.mx/laprensa/notas/n725892.htm

Pues bien, las notas nos dejan conocer que AFI y PGJDF, estaban al tanto del problema y sabían que se trataba del pequeño hijo de un empresario por el cual pedían 3 millones de dólares. ¿En qué momento se duplica la cantidad que se pagó? Las notas me dejan claro varias cosas: La fiscal antisecuestros, Nicandra Castro, que es la que habla en el vídeo y que intenta deslindarse cuando cita: que no estaban enterados, que no participaron, que no los contactaron". Yo me pregunto: ¿Y NO LEE?, ¿La institución para la que trabaja, no se entera de lo que publican los medios?, ¿Actuar y RESPONDERLE A LA SOCIEDAD no debiera ser por oficio?
Me doy cuenta, de que a pesar de que se registran resumen de medios -los cuales se entregan a distintas Instituciones, partidos políticos y algunas grandes coorporaciones empresariales-, y cuyas notas se recopilan, asuntos que debe atender cada Institución en concreto -y algunas otras que pudieran ser tema de su interés-, hoy supongo que sencillamente ése instrumento que debiera ser de trabajo e información, pues no lo toman en cuenta, y posiblemente por ello, desde la mayor impudicia, se sale a declarar a deslindarse para tratar de engañar a la sociedad -que es finalmente la que les paga-, mediante argumentos estériles y falces: "de que no estaban enterados, que no participaron, que no los contactaron", como si por declararlo, los pudiera exhimir de alguna responsabilidad. También escuché a la Fiscal Antisecuestros referir, que no tenían capacidad para investigar todos los eventos y que a lo mucho podrían hacerse cargo de 20 a 25 casos. ¿Cuántos casos actualmente se estarán investigando, de cuántos secuestros estarán ellos oficialmente enterados? Me queda bien claro que la única verdad que encuentro, es que no TIENEN CAPACIDAD, ya de la vergüenza, productividad, solidaridad social, y el compromiso que debieran tener por México, ya mejor no tocamos ese vals...
Ahora bien en la ciudad existen cámaras de seguridad que están instaladas en varias zonas de la ciudad, ¿nadie pudo observar quién deja el auto y se va?, ¿nadie pudo notar que existía un retén no programado? Quiero decirle que un centro que controla las cámaras de seguridad, se encuentra en Av. Miguel Ángel de Quévedo, en Coyoacán, sitio que físicamente yo conozco, porque en alguna ocasión asistí para lograr conocer, cómo se coordinan en la delegación. Son varias pantallas y varios operadores que deben estar atentos a lo que proyectan las cámaras. Me parece que nos deben una mayor explicación...
¿Logró notar la contradicción que existe entre las declaraciones que se le brindaban a Reforma y las que redacta el diario la Prensa?, porque uno refiere que "una llamada anónima", y la otra refiere que unos ciudadanos son los que informan. Prosiguiendo con lo extraño de todo el caso, resulta que el Subprocurador, renuncia a su encargo el 17 de julio: http://www2.esmas.com/noticierostelevisa/mexico/005556/designa-mancera-nuevos-mandos-pgjdf

Vásquez Rodríguez fungía como jefe del Estado Mayor de la Policía Judicial y sustituye en la Subprocuraduría a Rafael Mateos Poumián, quien presentó su renuncia argumentando que se dedicará a proyectos personales y académicos

Para variar y no perder la costumbre, el subprocurador que renuncia a su encargo, había llegado en el mes de febrero del 2008 a su puesto y extrañamente se va 5 meses después, porque descubre que lo suyo es "proyectos personales y académicos". El diario El Universal por cierto, publicó dentro de un editorial el siguiente cuestionamiento, con respecto al Subprocurador:
21 de julio
Viejo conocido
Hace una semana publicamos que el subprocurador de la PGJDF, Rafael Mateos Poumián, tenía, posiblemente, doble cachucha: defensor de la familia de Alejandra Dehesa y funcionario público. Él no se dio por aludido. Ahora sabemos por Emilio Álvarez Icaza que Mateos y quien se encarga de la agencia 50 de la mencionada Procuraduría, evitaron “una adecuada procuración de justicia” (caso New’s Divine). Además, nos informan que Rafael, siendo fiscal en la delegación Miguel Hidalgo, no hizo su trabajo y la pistola del asesinato en el caso Guindi desapareció. ¿Qué sigue?
http://www.eluniversal.com.mx/columnas/72669.html

Le dejaré las ligas para que pueda ver los vídeos de noticieros televisa y pueda conocer algunas declaraciones, con respecto a tan lamentable hecho: http://video.esmas.com/noticias/consternacion-por-muerte-de-fernando-marti/4/32266 http://video.esmas.com/usuario/sponsored_detail.php?id=32304&tipoOrigen=4#canal_video Pues bien hoy no he leído los medios porque posiblemente encuentre más notas de inmundicia, como el caso que ocurrió en Jalisco, cuando sin piedad alguna, asesinan con la mayor crueldad a toda una familia. Ayer se conoció, que para variar, era un policía antisecuestro el responsable de tan macabro hecho. Le dejo la liga del vídeo que presenta a un policía de edad joven, pero sin alma:
http://video.esmas.com/usuario/sponsored_detail.php?id=32303&tipoOrigen=4#canal_video La codicia sin duda parece ser el factor que se suma, a los males que nos están aquejando como sociedad. Por último quiero compartirle una carta que publicó el Sr. Harp Helú, pero también quiero pedirle, que si por algo usted conoce cómo dar con los chacales sociales que hieren , secuestran y asesinan a tanta gente inocente, los denuncie, ya sea a través de algún medio radiofónico o posiblemente mediante el correo de algún columnísta de medios. Como sociedad debemos hacer equipo y no cansarnos de tratar de buscar la verdad. Hoy como nunca están vigentes los versos del reverendo Martin Niemöller sobre los nazis y la sociedad de aquel momento :
Primero fueron a por los judíos, y yo no hablé porque no era judío.
Después fueron a por los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista.
Después fueron a por los católicos, y yo no hablé porque era protestante.
Después fueron a por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara por mí

Una tragedia de México y sus familias

Imagine este escenario por un momento. Piense que usted es la persona que está hablando, póngase en sus zapatos, sólo el tiempo que le tome leer este texto.

"He sido muy afortunado, Dios me dio la oportunidad de tener un hijo, un hermoso niño que sólo pedía una cosa: cariño. Para eso había venido al mundo: para amar y ser amado. Lo acogí en mis brazos y crecimos juntos. Nos complementamos, yo tenía la necesidad de ofrecer ese cariño que él tanto requería. Tuve la oportunidad de darle algo mejor: una familia que vivía en armonía; una mamá, una hermana y un hermano. Recuerdo el primer día que me dijo “papá” y sentí como el cielo se abría, los pájaros cantaban y el sol iluminó el mundo. De la mano íbamos a su escuela. Los primeros días se le llenaban los ojos de lágrimas, no quería despegarse de mí, pero pronto encontró su mayor interés por el colegio: sus amigos. Además, se divertía jugando fútbol y adoraba la música. Jamás olvidaré su expresión cuando logró descifrar “m a m á”, cuatro letras que comprendían el universo entero. Dios nos colmaba de bendiciones.Pasaron los años, me sorprendía ver cómo mi pequeño niño se hacía un hombrecito, que maduraba a pasos agigantados, que crecía para ser casi de mi tamaño. Amamos la vida. Cumplió catorce años, lo celebramos juntos, en familia con algunos amigos. La vida nos sonreía. Pero un día el cielo se nubló, los pájaros enmudecieron y la tragedia invadió nuestros corazones: en el camino por donde pasaba mi hijo, se cruzaron unos hombres desalmados, personas que no podrían ser descritas con un adjetivo porque no los hay para poderlos describir. Me avisaron que mi hijo acababa de ser secuestrado, ¿cómo?..., ¿cómo podía ser aquello?..., iba acompañado de un chofer y también se lo habían llevado. Al parecer, los plagiarios eran o se hacían pasar por policías.La noticia me dejó pasmado. No tenía idea de cómo actuar. Por fin nos confirmaron el plagio y pidieron rescate. Sí, querían dinero a cambio de mi hijo, ellos decían que esa era “la negociación”. También me dijeron que recibiría un presente para que supiera que hablaban en serio. De eso no cabía duda. Al día siguiente, el drama fue mayor, localizaron un cadáver en la cajuela de un coche, era el chofer, amigo de nuestra familia que cumplía responsablemente con su deber y que dejó en duelo a los suyos ¡¿Por qué sacrificar así a un hombre inocente?!"

[Hasta aquí habla el padre de familia]

Imagine un minuto lo que ese padre y su familia pudieron sentir en aquél momento, pasaron días en total incertidumbre, sin saber en dónde estaba su hijo, si comía o tenía frío, si era golpeado o amenazado. Peor aún, no sabían si estaba vivo o no. Pero la esperanza nunca muere y ellos esperaron cincuenta días que convertidos en horas podrían traducirse en meses, minutos que se convertían en años y segundos que eran una eternidad sorda.Aquél padre pidió asesoría; no sabía cómo actuar ante tal situación. En realidad nadie lo sabe, porque en esas circunstancias las posibilidades de actuar son nulas. Buscó por todos los medios la manera de que su hijo volviera, se hincó ante las autoridades, pidió auxilio a la policía, visitó las oficinas de los procuradores y a los altos mandatarios, rogó a Dios mañana y noche, deseó cambiar su vida por la de su pequeño. Nada, pasaban los días y nada. Sólo prevalecieron la esperanza y el amor, que lo hacían sostenerse en dos piernas. Dinero. ¡Qué poco valor puede tener el dinero si la vida de un ser humano está en juego! Por supuesto, aquél padre pagó el rescate. Sabía que esas monedas eran tan viles como las de Judas; no tenían valor y menos sentido. Supo que su hijo estaba vivo. Habló con él como prueba de vida y la esperanza volvió a brillar en los corazones de aquella familia. Pero después el silencio enmudeció al mundo. Pasó un día, otro, otro y otro, nada, no hubo llamadas, ni el timbre sonó, ni nadie llegó.Las suposiciones fueron ilimitadas. Creían que el día estaba cerca, su hijo volvería y gritaría: “papás, acá estoy”. Sí, los santos estaban enterados, a todos les habían rezado; sólo esperaban y mantenían la esperanza. Otra semana y el padre volvía a suplicar al mundo entero que le ayudara, pero el silencio se ahogaba en sí mismo. Esperaría toda una vida si fuera necesario, pero la incertidumbre de no saber en dónde estaba su hijo agujereaba el dolor de aquellos padres. Habían pagado, ¿por qué no se comunicaban con ellos?..., algo raro pasaba, quizá los secuestradores se habían peleado entre ellos, quizá habría pasado otra cosa, quizá y quizá… Por fin, recibieron una llamada. Quien hablaba no quería entrevistarse con el jefe de familia, pero el padre espetó: “dígame, aquí estoy”; creía estar preparado para todo. El comunicante informó que habían encontrado el cuerpo de una persona en la cajuela de un coche y había que reconocerlo. No entraré en detalles de aquél hecho de horror, el cuerpo llevaba varias semanas metido en una bolsa de plástico, era irreconocible. Por la dentadura se logró identificar al muchacho de catorce años al que le había sido arrancada la vida, despojada debido a la desgracia que azota a nuestro país. Sí, a un niño inocente que tuvo la mala fortuna de pasar frente a unos sicarios por casualidad.Póngase usted en los zapatos de aquellos padres, que desean que nadie llegue a sentir lo que ellos pasaron en los últimos cincuenta días. Piense que nadie en este país está exento de que le suceda algo parecido. Este crimen es un atentado contra cada familia de México y cada uno de sus habitantes. La muerte de ese muchacho significa la descomposición social a la que hemos llegado, la lloramos todos los mexicanos que tenemos hijos y los que no los tienen. Todos nos unimos al dolor de aquella familia que también es la nuestra.México no merece esta realidad ni que la vivan las próximas generaciones. Es urgente un cambio. La impotencia invade a la sociedad civil. Unámonos para exigir que nuestras autoridades de los tres poderes de la Unión, de los estados y municipios trabajen decidida y coordinadamente contra la delincuencia y en favor de la seguridad de las personas, para que en el corto plazo todos los mexicanos podamos vivir tranquilos. Condenamos la impunidad y la violencia. ¡Ya basta!

Alfredo Harp Helú y María Isabel Grañén Porrúa

Agosto 2008


Me parece que va siendo tiempo en que logremos tomar muy en cuenta lo que escribió André Comte Sponville, dentro de su obra: Pequeño tratado de las grandes virtudes. Dentro de su obra, el filósofo frances analiza 18 virtudes, y parte de las 18 vitudes es el esfuerzo para conducirnos bien, pero también lo es la buena fe - hoy tan extraviada en nuestros tiempos-, y el conducirse y hablar con verdad. Las otras virtudes que trata el libro son urbanidad, fidelidad, prudencia, templanza, valentía, justicia, generosidad, compasión, misericordia, gratitud, humildad, sencillez, tolerancia, pureza, mansedumbre, humor y amor. Le comparto un poco de los conceptos que pueden ser una herramienta muy valiosa en nuestros tiempos, para como sociedad RESCATAR tantos valores que se han estado perdiendo:

■ Reflexionar sobre las virtudes es ser conscientes de la distancia que nos separa de ellas. Pensar en su excelencia es pensar en nuestras insuficiencias o en nuestras miserias. La reflexión sobre las virtudes no nos hace más virtuosos, o en todo caso no podría ser suficiente. Sin embargo, gracias a esta reflexión desarrollamos una virtud: la humildad, tanto intelectual, ante la riqueza de la materia y de la tradición, como propiamente moral, ante la evidencia de que carecemos casi siempre de casi todas estas virtudes, a cuya ausencia, no obstante, no podríamos resignarnos ni liberarnos de su escasez, que es la nuestra. Este tratado de las virtudes sólo será útil para quienes carezcan de ellas

■ La buena fe es o debería serlo la virtud por excelencia de los intelectuales y de los filósofos en particular. Los que carecen demasiado de ella o los que pretenden estar liberados de ella, no son dignos de esos nombres que les adulan y que ellos desacreditan. El pensamiento no es sólo un oficio ni un divertimento. La buena fe, como todas las virtudes, es lo contrario del narcisismo, del egoísmo ciego, de la servidumbre de uno mismo a uno mismo. Por eso afecta a la generosidad, a la humildad, a la valentía, a la justicia. Justicia en los contratos y en los intercambios (engañar al comprador sobre el bien que le vendemos no advirtiéndole, por ejemplo, de tal o cual vicio escondido, es actuar de mala fe y es ser injusto), valentía a la hora de pensar y a la hora de decir, humildad ante lo verdadero, generosidad hacia el otro... La verdad no pertenece al yo: es el yo el que pertenece a la verdad, que lo domina, lo atraviesa y lo disuelve. El yo siempre es mentiroso, siempre es ilusorio, siempre es malo. La buena fe se libera de él y por eso es buena. Asestar la verdad a quien no la ha pedido, a quien no puede soportarla, a quien la verdad desgarra o abruma, no es tener buena fe: es ser brutal, es ser insensible, es ser violento. Por lo tanto, hay que decir la verdad, o la mayor cantidad de verdad posible, puesto que la verdad es un valor, puesto que la sinceridad es una virtud; pero no siempre, pero no a cualquiera, pero no a cualquier precio, pero no de cualquier manera. Preferirse uno mismo a la verdad, jamás.

Ojalá que tenga tiempo de consultar la obra, la cual debiera ser libro de texto obligado para las generaciones que estamos formando. La carrera de vivir al día y trabajar todo el día para medio sobrevivir, pudiera estar también descuidando y relegando los verdaderos VALORES. Tenemos que hacer algo como sociedad, porque dentro de los mismos partidos políticos hemos observado como se van corrohiendo, como consecuencia de la codicia y ambición que se genera mediante el binomio perverso, Dinero/Poder; cuando el poder, debería ser una meta y la vía, para SERVIR y AYUDAR, y evolucionar, como sociedad/humanidad. El materialísmo sin duda, es otro factor a vencer, entre tantos y tantos elementos negativos que nos ahogan.

Que se escuche bien y que se escuche LEJOS
Y, sin embargo, se mueve...

Laura Tena