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jueves, mayo 03, 2007

Mexicana de Aviación: El Sobrecargo José Luis Verde

Seguramente se estará preguntando el sobrecargo José Luis Verde ¿en dónde está el que se dice líder del sindicato, y por ello cobra un buen salario extra?,si, ese que mediante acuerdo de asamblea les solicitó a los compañeros el portar un botón para la "lucha" de sus derechos. Me comentan que en esa ocasión la instrucción era clara, o al menos así parecía: Todos los sobrecargos deberán portar el botón, por mandato de la asamblea.
El sobrecargo José Luis Verde obedeció, y ahora ha sido suspendido 5 días de su trabajo, y se dice que esperan sean más los compañeros que sufrirán la REPRESIÓN de una empresa, que si sabe leer los momentos sociales, pero sobre todo, los políticos que hoy vivimos, podría vislumbrar su cercana derrota. Vamos estamos ante la muy probable antesala de lo que podrá ser la crónica de una derrota muy anunciada, ya que el Estado no tiene facultad para aceptar convenios que generan menoscabo, pero sobre todo el derecho irrenunciable de los trabajadores que deberá prevalecer, por encima de todo y todos.
Una cosa es que Mexicana de Aviación se regaló, y otra muy distinta es que la Constitución, los tratados internacionales y las leyes pudieran estar a Disposición de los caprichos de Romano, o mejor dicho, a lo que podría ser su prioritaria meta - que no me luce sea la de generar crecimiento para ninguna empresa, o mucho menos compromiso con el sector que lucra mediante la soberanía de todos los mexicanos, y menos aún con la deuda que todos deberemos seguir pagando, deuda que por cierto nos confina y sobre todo limita a una cercana equidad social -, ese bono millonario, a costa de todos los trabajadores que han construido un prestigio internacional para la empresa.

Yo me pregunto ¿en dónde está Villareal que ha permitido que sea suspendido un compañero, y con la amenaza de que puedan ser más?, ¿acaso no sería ya tiempo de que él DEMOSTRARA que verdaderamente está comprometido con el gremio?, ¿está con ellos, o simula estar con ellos en la lucha?. Y es que no puedo imaginar que ante la injusta medida que se está tomando de manera unilateral por parte de jurídico laboral de la empresa, él, tranquila y sencillamente espere a que transcurran esos 5 días. ¿Y la economía de la familia del compañero que sí ha hecho equipo con la lucha en dónde queda?, ¿cuál es el mensaje que se desea dejar?, ¿existe líder, o para variar las consecuencias las debe enfrentar solo el agremiado?, sí se trata de dejar solos a los compañeros ¿de qué sirve o cómo se justifica la existencia de un sindicato que dicen DEBE su existencia para la defensa conjunta, ante los abusos reiterados del que se dice patrón?
¡Qué pronto olvidó el abuelo cómo él pudo conservar la vida, gracias a que le fuera cambiado aquel vuelo 940!, y que el destino le impidiera llegar a tiempo para ir como pasajero, en aquel vuelo, dónde perdimos a muy queridos compañeros.
Aquel vuelo 940 que se estrellara en Maravatío, Michoacán, dejó muy claro cómo las tripulaciones unidas habían luchado hasta el final, contra aquella terrible adversidad...
La muerte pudo llevarse a todos, más no así la voluntad del bien común, pero sobre todo el compañerismo que como lección nos dejó. Me queda la sensación de que aquella valiosa lección, ya se le borró al abuelo, y muy probablemente para Villareal sea un evento muy ajeno


En verdad me apena mucho ver que el trabajador sigue tan abandonado, y en el largo camino de su justa y digna lucha, varios lobos, muchas hienas y otros tantos deambulando como pirañas.

El salario de los trabajadores ha sufrido un acentuado abandono departe del Estado, que ha solapado a los poderes de facto. Los trabajadores han perdido en 64% su poder adquisitivo, como la más clara consecuencia de 3 largos sexenios dónde lo de menos ha sido el empleado.

Decían los medios que Felipe Calderón no asistiría al evento del 1° de mayo, porque ese día debería ser la fiesta y celebración del empleado.
Eso decían los medios, yo desde éste lado observo que sencillamente, con la ausencia de Calderón al evento se EVADIÓ hacer frente a los justos reclamos que desde varios sectores hoy están muy presentes y latentes.
¿Qué razón o fundamento podría tener un trabajador para sentir ese día como celebración?
¿Los reales trabajadores mineros se sentirán "cobijados" por el regreso de Napoleón?
¿Toda la clase trabajadora podrá sentirse "satisfecha" por ver cómo subsiste ante la escalada de precios? , dentro de la mal llamada canasta básica, que se presume recibirá un nuevo incremento del 20% para el mes de junio
¿Quién con dos dedos en la frente puede celebrar la nueva ley del ISSSTE y la trampa que son las afores?

Nuestra historia ha dejado bien claro cómo una sociedad cansada y mancillada sale a tomar las calles. 1911 y 1920 podrían no estar tan lejos cuando actualmente podemos estar observando lo que podría ser la cíclica antesala de una lucha por el poder y el dinero. Un millón de mexicanos caídos en esa lucha, podrían ser una pálida cifra contrastada con la que hoy se podría generar.

Dejaré un editorial que escribió el Presidente del partido en el cual milito, editorial que sin duda suscribiría totalmente porque proyecta de manera concreta el primer y más importante ingrediente que se debe considerar, sí es que en verdad existen varios comprometidos por mejorar nuestra realidad, pero sobre todo, luchar contra la INDEFENSIÓN del trabajador, ese trabajador que tanto aporta diariamente para la generación de riqueza.


Exigencias de la reforma laboral
Alberto Begné Guerra
2 de mayo de 2007
El debate sobre la reforma laboral exige ordenar y priorizar las diversas exigencias vinculadas al mundo del trabajo, pues de lo contrario continuaremos atrapados en un diálogo de sordos que nada construye. Esto supone, en primer lugar, modificar el punto de partida que, desde la perspectiva empresarial y gubernamental, ha sido colocado como la condición de entrada para la discusión: la llamada flexibilización laboral. Y supone, en segundo lugar, situar el tema de los derechos de los trabajadores en un contexto democrático, donde las libertades individuales, la transparencia y la rendición de cuentas no pueden pasarse por alto en nombre de la autonomía sindical.
En un país escindido por una profunda desigualdad social, con una economía dominada por monopolios y oligopolios, y sujeta cada vez más al poder de las grandes corporaciones internacionales, pretender, sin más, flexibilizar los derechos de los trabajadores no significa otra cosa que buscar su debilitamiento. El derecho de sindicación, el derecho de huelga, el derecho a la estabilidad y la certidumbre en el empleo son principios esenciales para la existencia de relaciones laborales justas y equitativas, que no se basen en el dominio arbitrario del más fuerte sobre el más débil.
Nadie puede cuestionar la exigencia de incrementar la productividad y, por tanto, la competitividad de nuestra economía. En las condiciones actuales, el desempeño económico del país es, por decir lo menos, muy deficiente, y lo cierto es que si no impulsamos las reformas y tomamos las medidas que nos conduzcan a un cambio de fondo en el desarrollo de nuestras actividades productivas, el rezago puede llegar a ser irreversible. Pero entre la necesidad de atender esas exigencias y la pretensión de resolverlas a través de la llamada flexibilización de los derechos laborales,
existen muchas trampas que no se pueden omitir en el debate.
La responsabilidad social de los patrones, sobre todo para promover la formación y la capacitación de los trabajadores, y con ello elevar la productividad en el empleo, como señaló el día de ayer en EL UNIVERSAL Francisco Hernández Juárez, no ha sido puesta, como debiera, en el centro de los planteamientos empresariales.
En cambio, la intención de facilitar y reducir los costos para el patrón en caso de despidos se coloca como la piedra angular de una reforma contraria a los más elementales principios de justicia.
Del mismo modo, las críticas al sindicalismo requieren una clara distinción entre los cuestionamientos legítimos a sus escandalosas desviaciones, y los cuestionamientos al sindicalismo mismo. Es difícil pensar hoy en países democráticos donde el sindicalismo siga permitiendo con total impunidad el enriquecimiento de tantos dirigentes corruptos; es inadmisible resignarse ante la falta de transparencia y rendición de cuentas de buena parte de las dirigencias sindicales;
es indefendible, en el contexto del cambio democrático en México, la persistencia de estructuras y prácticas autoritarias o abiertamente mafiosas para el control sindical.
Frente a estas desviaciones no cabe ninguna tolerancia. Nos hemos acostumbrado, como si fuera una fatalidad, al cinismo de "líderes" sindicales que ostentan su impunidad. ¿Cómo combatir esto? La clave radica en normar debidamente la exigencia de procesos democráticos en el interior de los sindicatos; en reconocer y garantizar la libertad de sindicación y los derechos de las minorías en las organizaciones; y, por supuesto, en establecer la obligación de transparencia y rendición de cuentas sobre los recursos de los trabajadores que administran las dirigencias.
Es evidente que la defensa de ese sindicalismo nada tiene que ver con la defensa de los derechos de los trabajadores. Un buen principio, aún sin reformas legislativas, es depurar, como lo está haciendo ya la Secretaría del Trabajo, los registros sindicales, una vía para erradicar los llamados contratos de protección, fórmula de simulación donde concurren dirigentes y empresarios corruptos.
Pongamos, pues, las cosas en su lugar. Cualquier reforma debe pasar por el fortalecimiento de los derechos de los trabajadores. Cualquier reforma debe pasar por la democratización, la transparencia y la rendición de cuentas en la vida sindical. Una doble exigencia que no pueden omitir los genuinos promotores de la productividad, ni los legítimos defensores de los trabajadores.
Presidente de Alternativa Socialdemócrata


http://www.eluniversal.com.mx

Y, nada mal les haría leer el siguiente editorial que es el ABC del primero de mayo.
En primer término, para que tanto los poderes de facto, los "distinguidísimos", los Romano, los abuelos y mentirosos oficiales , después de leer el editorial por lo menos RECUERDEN o se enteren a qué conducen los abusos y presiones contra el trabajador.
En segundo término un muy oportuno recordatorio para los que se sienten y dicen ser "líderes" de los trabajadores, para que ASUMAN con dignidad, pero sobre todo con el valor y la determinación que en éstos momentos les corresponde seguir escribiendo en esas páginas que han narrado la digna defensa que han hecho los trabajadores a lo largo de nuestra historia.
La lucha obrera, los justos reclamos del trabajador fueron marco decisivo para elaborar la Constitución de 1917, ley suprema hasta hoy vigente. La clara limitación que se enuncia para el Estado dentro del 5° Constitucional es por demás claro, y el puntual respeto al artículo 123°, será el único medio viable para garantizar la PAZ SOCIAL.
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/37459.html.


Desde éste espacio dejo mí más profundo y enérgico reclamo por el abuso que desde el poder empresarial se ha gestado en contra del sobrecargo José Luis Verde, que no es otra cosa más que la mejor muestra de que Mexicana de Aviación podría estar retomando sus viejas y muy antiguas mañas de aquellas épocas, cuando sabiéndose perdida, procedía de manera arbitraria y autoritaria mediante jurídico laboral a suspender o rescindir contratos de los sobrecargos, para posteriormente pretender negociar la reinstalación con el que se llama sindicato, a costa de incrementos salariales o contractuales de todo el gremio. Así se manejaban ayer, y parece que así se pretenden manejar hoy, por esa insultante e impresentable IMPUNIDAD que hasta hoy han logrado.

Mientras se pretende someter a un digno gremio, se descuidan muchos factores importantes. Posteriormente compartiré con qué me encontré durante éstos días que viajé, tanto en los aeropuertos, como en los vuelos.

Que se escuche bien y que se escuche lejos
Y, sin embargo, se mueve...
Laura Tena

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