Escalada de Corrupción Turística

¿Quién es quién en la corrupción en México?
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ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
ESCALADA DE CORRUPCIÓN TURÍSTICA

GASTÓN AZCÁRRAGA ANDRADE no es el arquetípico "Gastón Billetes" con el que el genial Abel Quezada retrataba --así, caricaturizados-- a los nuevos ricos mexicanos: ostentosos y tan ingenuos que, de acuerdo a Luis Spota (Casi el Paraíso), bien podría llegar un falso conde italiano a tomarles el pelo, las hijas, la fortuna... y otras cosas.
No. Gastón Azcárraga Andrade estudió negocios en Harvard y desde hace diez años, cuando contaba con 38 de edad, se hizo cargo de la ya de por sí exitosa empresa paterna, Grupo Posadas. Sobrio, desmiente que los negocios turísticos se manejen en traje de baño con un daiquiri en la mano. Y con manejos en Bolsa, hoy cuenta con una cadena con casi 60 hostales en México, más otros 20 repartidos en Brasil y en Texas. También preside el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), constituido hace 15 años por su padre, Gastón Azcárraga Tamayo –primo de Emilio El Tigre Azcárraga--, que aglutina a nueve asociaciones del sector: la de Hoteles y Moteles, la de Restauranteros, la de Agentes de Viajes, de Marinas, de Desarrolladores Turísticos, de Cadenas de Hoteles, de Arrendadores de Autos, entre otras. Es, en pocas palabras la Cúpula Empresarial Turística del país. Y casi siempre ha sido dominada por la familia Azcárraga.
Juan Antonio Dorado, por ejemplo, quien encabezó durante largos años al CNET, es tío político de Gastón Azcárraga Jr. Y ese poderío familiar y personal se ha traducido en influencia política… cuando menos.
Pero el CEO de Grupo Posadas no es el personaje central de la colaboración de este día. Lo es, sí, Arthur Edward John McCarthy Sandals, el ex funcionario bancario de origen irlandés que actualmente dirige al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y que, tras cinco llamadas a Vicente Fox por la red federal, recibió de éste la negativa a un ascenso.
Cerraba el siglo XX. McCarthy era miembro del CNET en su calidad de presidente de la Asociación de Cadenas de Hoteles –dirigía la cadena Club Regina, a la sazón enmarcada en la División Turismo de Bancomer—y, para no quedar fuera de "la grilla turistera", se lanzó al CNET, por lo que empezó a promover el cambio de estatutos, para que Juan Antonio Dorado no pudiera reelegirse y así él quedarse con el control del empresariado turístico. Lo consiguió. Y fue electo en el 2000, para fungir sólo unos cuantos meses.
Y es que Gastón Azcárraga mantenía una estrecha cercanía con el entonces candidato Vicente Fox. Y como se llevaron a cabo varias reuniones en las que Fox prometió a éste y a los suyos que, de ser Presidente, la Secretaría de Turismo sería para quien el Consejo recomendara… Y como quizá ahí querían deshacerse rápidamente de McCarthy...
Pasado el 2 de julio del 2000, Fox convoco a una reunión con el Consejo, en la cual les informó que –para no variar-- iba a incumplir su promesa y que la futura titular de Turismo sería, como fue, Leticia Navarro. Llamó la atención a los ahí reunidos, por cierto, que el entonces Presidente Electo dijera: "la futura secretaria será Lety..." y ahí le paró, entornando la mirada para ver si el apellido de la que sería su colaboradora le caía del cielo. Gastón Azcárraga se lo recordó.
Murmullos de descontento recorrieron el lugar de la reunión. Los miembros del CNET estaban sorprendidos y molestos y, cual premio de consolación, le pidieron que nombrara a McCarthy. Aceptó. Y entonces fue un filoso respiro de alivio el que cortó el pesado ambiente que aplastaba a todos en el salón. Pero...
EL MAYOR ENGAÑO A FOX
EN CUANTO MCCARTHY tomo posesión de Fonatur, lo primero que hizo fue enemistarse con todos los miembros del CNET, especialmente con la presidenta de la Asociación de Marinas, Teresa Celis de Grossman. También llevó a trabajar con él a sus cuates –un vivales de origen dominicano incluido, Víctor Cabral— con quienes inició el dispendio y los negocios, muy en especial con Advent International, de la que platiqué con usted aquí la semana anterior –y en la que McCarthy fungía como consejero propietario de la subsidiaria Aeroplazas.
Y es que McCarthy inició su gestión con uno de los mayores engaños –entre los muchos que a diario le propinan sus colaboradores— de los que Vicente Fox haya sido víctima hasta la fecha. Le presentó el proyecto Escalera Náutica, como si hubiera sido su idea, aun cuando este propósito tiene más de 30 años de existencia. No se ha concretado por lo inviable de sus rutas marinas –vientos, necesidad de tripulaciones mayores a las convencionales--, rentabilidad y seria oposición de grupos ecologistas.
Y mientras rápidamente daba en concesión al Grupo Norman, Aeroplazas, Advent y Grupo Miguel --del controvertido Alfredo Miguel que, no ha mucho, estuvo prófugo de la justicia por un fraude a Pemex-- convocó a todos los operadores de marinas del Golfo de Cortés y les dijo que para poder llevar a cabo "el proyecto turístico del sexenio foxista", necesitaba dinero y que todas las marinas existentes le pagaran a Fonatur un porcentaje de sus ingresos brutos por una franquicia. Todo esto, aún cuando a los propietarios de las marinas ya existentes no les interesa ni la Escalera Náutica y menos una franquicia del cada vez más saqueado y "emproblemado" Fonatur. La señora Celis de Grossma, dirigente de los propietarios de Marinas, se buscó entonces un enemigo sin par, especializado en pelearse con mujeres. Si no, pregunte usted a Leticia Navarro, la ex titular de la Sectur.
EN LOS CABOS, INTERESES CRUZADOS
RECIENTEMENTE, MCCARTHY NOMBRÓ director del Desarrollo Los Cabos a Gonzalo de la Parra Franyutti, quien es concuño de Eduardo Sánchez Navarro (hijo del llamado "santón" de la iniciativa privada de iniciativa) y quien es el mayor inversionista de ese desarrollo. Además de que ya se enriqueció desmesuradamente con fraccionamientos por todo Los Cabos, este se hizo ahora del Proyecto Puerto Los Cabos, mucho más grande e importante que Puerto Cancún. Obviamente, Eduardo Sánchez Navarro negoció con McCarthy para que contratara a su concuño para, así, no tener ningún tipo de problemas con ese megaproyecto.
Y ¿adivine qué obtuvo McCarthy a cambio de ello? Pues consiguió para su cuñado, un arquitecto llamado Alberto Moreno (es esposo de Alejandra McCarthy, su hermana), que en el Desarrollo Palmillas, allí mismo en Los Cabos, Sánchez Navarro le asignara un supercontrato para la siguiente etapa de ese fraccionamiento. El contrato tiene un valor de 50 millones de dólares. ¿Vale lo mismo la dirección del Desarrollo Los Cabos?
Una por otra. Por un lado Sánchez Navarro se consolida como el verdadero dueño de Los Cabos, con ya cerca de mil hectáreas para seguir enriqueciéndose. De todo esto Fonatur no saca nada de provecho. Al contrario. Y el señor De la Parra Franyutti, más que para el Fondo de Fomento al Turismo, trabajará para su concuño Sánchez Navarro. Así, cualquiera es "santón".
Es el colmo: donde usted levanta una piedra, McCarthy ya armó un negocio, pero personal, no en beneficio del Fondo que prometió cuidar y desarrollar.
TODOS CONTRA JOHN
LOS PLEITOS DE este personaje no son sólo con la Asociación de Marinas, pues también ya sostuvo un buen round con Miguel Torruco, dirigente de la Asociación de Hoteles. Éste y la señora de Grossman son actualmente los vicepresidentes del CNET. El actual presidente y expresidente de las arrendadoras de autos, Enrique Álvarez Prieto, me confirman, también es crítico de McCarthy.
"Lo triste del asunto es que aun cuando Fox sabe de todas las transas que ha hecho McCarthy en Fonatur, no lo ha de querer correr, porque ha de pensar que todavía cuenta con el apoyo del Consejo", me escribe un lector avezado en el asunto y quien solicita confidencialidad. No en vano. Hace poco más de un año, McCarthy despidió de Fonatur a 14 empleados, acusándolos de usar los equipos electrónicos del gobierno para desprestigiarlo. Los "corridos" –los encerraban en un cubículo y bajo amenazas tenían que estampar su firma en una renuncia "voluntaria"— habían cometido el delito de leer en internet un artículo periodístico de este escribidor. Los acusaron de traición, tras espiar, además, los correos electrónicos que entraban y salían de sus cuentas y buzones.
Y, pese a ello, la Escalera Náutica no va. McCarthy manejó el "nuevo" proyecto, con la misma receta para el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Lo primero, hacer el escándalo de los millones que se iban a gastar y los miles de turistas y miles de embarcaciones que iban a traer a México. Todo esto, antes de comprar un mísero metro cuadrado de terreno en ninguno de los destinos del Mar de Cortés. Obviamente los precios de la tierra se dispararon y Fonatur ya no pudo comprar nada. Además, los ecologistas pusieron el grito en el cielo, por lo que el proyecto no ha podido avanzar ni un escalón.
Los despilfarros, las aventuras, los proyectos sin viabilidad han costado ya al erario todo el presupuesto de Fonatur, más otros 20 millones de dólares que Arthur Edward John McCarthy Sandals trae arrastrando como déficit.
Todo esto se lo platico hoy a usted –mucho ha quedado en el tintero--, pero muy en especial al nuevo secretario de Turismo Rodolfo Elizondo: Por lo aquí narrado, McCarthy no cuenta ya con el apoyo de Gastón Azcárraga ni del CNET. Por eso, ¡cuidado! No vaya a ser que resulte al revés del cuento, y que El Negro acabe siendo merienda del irlandés.
ÍNDICE FLAMÍGERO
DENTRO DE 30 días se celebra en Cancún, Quintana Roo, la cumbre ministerial de la Organización Mundial de Comercio. Y no lo va a creer usted, pero hasta ahora nadie del gobierno federal se ha parado por allá a encargarse de los preparativos del evento que atraerá los reflectores sobre ese puerto turístico. Los globalifóbicos, en cambio, ya tienen todo listo para sus protestas. Se calcula que asistirán alrededor de 20 mil de éstos. Nada raro. En el gobierno de Fox todo es "al cuarto para las doce". * * * COZUMEL AGONIZA, MERCED a los cochupos entre la empresa de joyería Diamond Inaternational y la naviera Carnival Cruises. A los pasajeros de los cruceros se les recomienda comprar sólo en las tiendas de DI. Los demás comercios han cerrado. El negocio es redondo y va a cuenta de los contribuyentes, ya que el erario tiene que gastar en infraestructura para que arriben los paquebotes, sin que siquiera el ayuntamiento reciba un centavo de la naviera. * * * TURISTENADO, EN ESPAÑA, Francisco Labastida visitó las oficinas de una Caja de Ahorros en la que tiene intereses y capital. Ya se imagina usted de lo que le platico. Esta vez fue sin Emilio Gamboa. * * * ESCRÍBALO COMO PROTECTOR de pantalla: "Hay políticos que son como el canderel: endulzan, pero no engordan".
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