Tal vez usted como yo se pregunte, ¿cómo es posible que en México, existan “trabajadores” que cobren sin laborar?, hace algún tiempo, un viejo privilegio que tenía el Pri para sus cuates, era precisamente el ejercicio de los que denominaban aviadores, ya que solamente volaban a la nómina para cobrar, sin desquitar trabajo de por medio.
En el México Real que estamos viendo, existen ahora 2 claras muestras de cómo, mientras el resto de los mexicanos laboran para cobrar el salario que devengan con el “sudor de su frente”, los maestros y ¿Gobernador? De Oaxaca, siguen en las nóminas y conservando en ambos casos sus privilegios. Unos dicen que porque están en protesta y evidentemente en paro, y el otro señor, ha dejado en el desamparo al Estado que debería gobernar. De los dos lados corren ríos de disculpas y explicaciones, que ya francamente dejan una muestra tan lamentable donde tanto pobladores y pequeños en edad de recibir la educación, que son obligaciones de estado, están en una larga pausa y condicionados a las negociaciones que desde las ¿altas? Esferas ¿Políticas?, se puedan dar.
El gobierno de Oaxaca lanzó un ultimátum el fin de semana pasada: “maestro que no regrese a laborar, será separado”…, creo que van a contar hasta 100, y de no lograr que la gente ocupe la función para la que ha sido contratada, entonces sí la van a despedir, y entonces sí aplicarán la ley laboral. ¿Cuántos empleados se pueden dar el lujo de faltar a sus labores por más de 100 días, sin que suceda nada?. Bien pues esa suerte nos deja ver, que aquí no es la fuerza laboral, sino fuerzas más poderosas, con las cuales el gobierno de Ulises Ruiz, sencillamente no se quiere enfrentar.
El Pri como no sabe cómo salir de los problemas que generan los abusos, a gritos está pidiendo que ya se envíe la fuerza pública, y a través del sometimiento, liberar el estado que se guarda en el estado. Para bien o para mal, pero me inclino a pensar que la razón por la cual no se envía fuerza pública, es precisamente por un enorme esfuerzo de borrar la represión de nuestro sistema, porque sin duda, cuando hay ampollas sociales, lo peor es regar sangre. Soy una eterna convencida, que el valor de la palabra debe ser rescatada, y emplear la fuerza de la inteligencia, privilegiar todas las opciones, para entonces sí decir que se logra avanzar.
Pero a cómo se muestra hasta hoy el panorama, los integrante del grupo denominado APO, no me lucen como un movimiento netamente popular o social como tal, sino como un brazo más de una fuerza política que ahora anda protestando, por la falta de señalamientos claros, en todos los procesos, donde se viola la ley, y al final, ni en regaño termina, sólo se citan, y con ello la puerta del cinismo y la impunidad, sin duda se abre cada día más.
Escuche una entrevista que les hicieran a los miembros de la APO el pasado domingo, y sí uno cerraba los ojos, y no miraba a los interlocutores, y tan sólo escuchaba los argumentos que ahí se vertían, podía uno considerar, que el nuevo movimiento autoritario, disfrazado de demócrata, era el que estaba apostado, ya que referían que combatirían la Institucionalidad, con el fin de reformarla, ¿le suena el argumento?. Pues bien la conductora les cuestionaba ¿cómo podrían lograrlo?, y ellos decían que a través del Congreso, a lo que ella preguntó ¿y cómo sí ustedes no tienen un encargo público para lograrlo, y para ello se requiere de un escaño?, y ellos para todo tenían una respuesta, entonces ya su propuesta era competir para lograr llegar al gobierno del estado, se registrarían como fuerza política, y entonces sí, llevar a buen puerto su labor.
El lunes amanecimos, con que el grupo de la APO, había llegado a agredir a un periodista, que pensaban estaba entrevistando al ¿gobernador? Ulises Ruiz. El día de ayer pude ver en un noticiero, la forma como llega un joven que no rebasaba la edad como máximo de 25 años, ordenando a la gente que se encontraba en el Loby del hotel Camino Real, que “tenían que desalojar en ese momento, que todos deberían de obedecer y salir del lugar”. Cuando observó que lo estaban filmando, entonces comenzó a agredir al poseedor de la cámara, porque cometía el “pecado” de estar trabajando. Cuando los presentes lo increparon en el por qué debían desalojar el lugar, el chico comenzó a llamar a más compañeros, para que lo fueran a ayudar. Yo me pregunto ¿y los derechos que tienen otros, también están cancelados?, ¿la propiedad privada, puede dejar de serlo sí llega un movimiento que ordena desocupar?, ¿en dónde está el límite de la tolerancia, de la racionalidad, de la ética de una lucha que protesta por los abusos que cometen otros, pero que actúa igual?, ¿se trata de ver quién logra intimidar más, de quién somete más, de quién atropella más, de quién emplea más fuerza bruta para cancelar y acallar a los demás?.
Triste por no decir patético, que la juventud esté utilizando ahora ese “lenguaje” para actuar, porque lejos de mostrar que el abuso los cansa, más bien dejan la percepción que es algo que les encanta, y que están luchando por apoderase del método, y no por un espacio social mejor.
Por supuesto que ahora sale el “precioso” legislador Gamboa Patrón, sí el que le mandaba todo su cariño a Kamel Nacif, a decir que ahora sí, ya se debe imponer el orden en ese sector, en esa población pero salvaguardar a su ¿gobernador?, porque el puesto no está en intercambio, y ya desde Presidencia se confirmó, así como en Gobernación, que no esté en la mesa la opción de que salga el ¿gobernador? Ulises Ruiz, que pueden colocar varios temas en la mesa, pero de que él deje el cargo, de eso no, el interés por salvaguardar a un pueblo tan olvidado de la mano de todos, no incluye el hueso de Ulises Ruiz, el cual tampoco dá muestras de AMOR a su estado, ni de compromiso ético corresponsable, con todo ese electorado, que por error votó por él, y que ahora debe llorar lágrimas de sangre, por el abandono y la indiferencia en la cual los ha dejado a todos, por no tener un gobierno asertivo en su desempeño. Sin lugar a dudas, ya hay en el Pri quién tenga una marca para el récord, de cómo lograr el hartazgo de sus pobladores, que salen a protestar, por tanto abuso implantado en su corto gobierno.
Pero desde mí subjetividad esté asunto ya va encaminado con otra intención, que no solamente encierra el estado de Oaxaca, hasta dónde he logrado ver, me deja la percepción que ahora el trabajo que realizará la APO, es la de evitar que Calderón pueda tener una llegada tersa a su gobierno el primero de diciembre, y que el movimiento que ahora estamos observando en Oaxaca podrá ir creciendo y como el cáncer, ramificándose en varias partes de la República Mexicana.
Dicen que en política y en cuestiones de gobernabilidad no existen las coincidencias, y por ello, el que la APO ahora pretenda llegar a la Ciudad de México, no es una ocurrencia o la tan saturada vía de venir a compartirnos a los defeños, de todas las inconformidades que se van dejando sentir, por los pésimos criterios que desde varias secretarías de estado, se han estado gestando, y sin duda alguna, abonando el descontento social. Resulta interesante el pronunciamiento que hiciera el aún gobernador del D.F., el cual dice que no empleará la fuerza pública, pero que aquí, como ya se está haciendo costumbre, les solventaremos a ésos grupos, el agua, la luz, y lo que les haga falta. Después de 4 meses que llevan concentrados en su estado, sin duda llama y mucho la atención, que estando ya tan cercano el 2 de octubre, que no se olvida, éstos grupos se vengan a acomodar en la ciudad, y en una de esas hasta se quedan para presenciar el ungimiento, del nuevo “iluminado”, que se rodea de otro tipo de mafias, y que está programado para el 20 de noviembre. Casi un mes para poderse coordinar y organizar y así llegar bien entrenados para el 1° de diciembre.
Mientras eso cubre el caso Oaxaca, mientras Gobernación asegura que no moverá a Ulises Ruiz, truena otro conflicto en Tijuana, donde los empresarios ya están cansados, por tanta inseguridad, pero sobre, porque con el pago de sus impuestos mantienen a las autoridades tan incompetentes, que no salen del argumento más trillado de que “están investigando”, y la verdad es que cada vez el hampa, conquista más espacios, ante la impotencia de quién tiene que sufrir las consecuencias, de no poder deambular con el mínimo de seguridad.
Son muchos excesos que solapan desde el propio poder, y con asco hemos visto cómo Gobernación se ocupa de que no molesten a los “prelados”; también conocemos que en casos laborales, la ley tiene restricciones ya sea para solapar o para intimidar según sea el caso.
México tiene gente noble, pero también es cierto que hasta la nobleza del pueblo se quebranta, ante tanto privilegio, cinismo e ineptitud, que nos está rodeando en varios espacios.
Laura Tena
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