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martes, abril 20, 2010

Tepito vende bases de datos oficiales . El oficio de minimizar riesgos

Tepito vende bases de datos oficiales

María de la Luz González
El Universal
Lunes 19 de abril de 2010



Por 12 mil dólares dan información a 2009 que recaban los gobiernos; la han adquirido tanto grupos del crimen organizado como agentes policiacos










luz.gonzalez@eluniversal.com.mx


Bases de datos que contienen información personal de millones de mexicanos están a la venta en 12 mil dólares en el barrio de Tepito.






EL UNIVERSAL comprobó que en tres memorias externas, cada una de 160 gigabytes, el comprador recibe el padrón electoral de todo el país, el registro de todos los vehículos y de licencias de conducir, entre otros “productos”.






La información la han adquirido tanto grupos del crimen organizado como agentes policiacos que la utilizan para trabajar, ya que en sus corporaciones no tienen esa disponibilidad de datos.






Un agente que tiene los datos en su poder explicó: “Cuando le comentamos al jefe de grupo que se estaba vendiendo, nos cooperarnos para comprarla, cada uno de nosotros puso 10 mil pesos, porque la verdad agiliza el trabajo”.






Mencionó que uno de los archivos, denominado “Casetas Telmex”, con los números de todos los teléfonos públicos del país, les permite rastrear llamadas relacionadas con secuestros o extorsiones, un trámite que les tomaría unos cinco días, si lo hacen ante la compañía.






Otro archivo incluye datos de las policías del país, con fotografía de sus elementos, número de placa y el lugar donde están adscritos.






El agente consultado advirtió del riesgo de esta última información: “Los delincuentes ya saben con quién llegar, a quién amenazar, pues cruzando datos con la lista del padrón [electoral], obtienen hasta sus domicilios y ubican a su familia, para presionarlos”.






La información que se adquiere contiene también la identificación de todo el parque vehicular del Servicio Federal, donde está incluido el transporte de carga. Ahí se detallan marca, modelo, placas y tipo de carga que transportan, desde electrodomésticos y abarrotes hasta material explosivo y las rutas.






Especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Penales y de la Universidad Autónoma Metropolitana reconocieron que las bases de datos almacenadas por el gobierno no son 100% confiables debido a la falta de control, que las hace vulnerables a robos y fugas de información.


El oficio de minimizar riesgos

Rosario Avilés
Opinión Martes 20 de Abril, 2010




Cada vez que sucede algún incidente o contingencia que afecta a la industria del transporte aéreo, se reiteran los principios que rigen la seguridad de las operaciones en este sector y que, gracias al cuidado que hasta ahora se ha tenido de documentar, sistematizar, reforzar procedimientos, investigar y adecuar nuevas tecnologías, se puede considerar como el transporte más seguro del mundo. Como dirían los clásicos: viajar en avión es más seguro que ducharse en casa.






Sin embargo, hay dos temas hoy en la palestra que bien valdría la pena revisar, sobre todo a la luz de la crisis que vive la aviación a nivel global y en el caso específico de México, en el contexto del muy popular "a'i se va" y "no pasa nada" que nos caracteriza como país y que en el oficio gubernamental de minimizar los riesgos y los efectos en diversas áreas, comienza ya a generar un fuerte malestar social.






En el primer caso, a raíz del cierre del espacio aéreo europeo, como resultado de la erupción del volcán de Islandia, se ha desatado una polémica que involucra básicamente dos variables que siempre están en tensión en el transporte aéreo: la seguridad por una parte y la facilitación y agilidad de las operaciones para que sean normales y sobre todo, rentables, por la otra.






Mientras que, en septiembre del 2001, con el tema del terrorismo en Estados Unidos no cupo ninguna duda de las prioridades, hoy Europa está inmersa en una discusión que resulta interesante: ¿los Estados, la autoridad superior que vela por la seguridad del sistema y sus implicaciones para los países, pueden tomar decisiones como cerrar el espacio aéreo o deben ser las empresas mismas, basadas en sus sistemas de gestión de riesgo, las que decidan si vuelan o no?






Aunque la tensión se hizo evidente y al parecer la autoridad europea ha terminado por ceder un poco, al grado que los vuelos ya se han reanudado, la discusión dista mucho de estar superada. Veremos, tal vez, en los siguientes meses una serie de recomendaciones y acuerdos que nos mostrarán cuán lejos ha llegado el viejo continente en el camino de adoptar esquemas "norteamericanos" de gestión, como ya sucede en áreas tan sensibles como educación y medios.






En todo caso, se trata de matices —aunque el fondo a la larga tenga repercusiones muy profundas—, pero que en resumen no hacen inseguro el sistema de transporte aéreo, ya que los estándares con que se manejan las aerolíneas y los aeropuertos en esos países son muy altos y el poder de los consumidores suficientemente grande como para garantizar un nivel de seguridad muy aceptable.






No es el caso de nuestro país, donde la práctica del "no pasa nada" puede llegar a ser peligrosísima. Basta ver la displicencia con que algunos "técnicos" se refieren a los riesgos, hasta que pasan accidentes como el de Mouriño, como el de Saba o como el del carguero de Monterrey. Y todavía recordamos que, en el caso de los proyectos aeroportuarios para el Valle de México muchos especialistas alertaron de los siete riesgos que tiene el área de Texcoco y que lo imposibilitan para albergar un aeropuerto.






Sin embargo, todavía quedan paladines del aeropuerto de Texcoco. Hasta se dice que están comprando terrenos en Atenco, subrepticiamente, y preparando el "golpe" para anunciar el proyecto, aunque todavía ni empezamos a pagar los 1,200 millones de dólares que costó la terminal 2 del actual aeropuerto, el cual habría que cerrar.






Pero lo grave es que algunos de estos siete riesgos de Texcoco se han revelado como lo que son: problemas potenciales que no pueden tomarse a la ligera. Por ejemplo, el impacto de las aves con los motores de aeronave, donde habría que referirnos al incidente del USAirways en el Río Hudson.






También está el tema de la ceniza volcánica del Popocatépetl, que es un segundo riesgo asociado y que hoy sale a colación por lo que sucede en Europa. Y hay otros riesgos más, graves también.






Pero como vivimos en el país del "a'i se va" —donde se minimizan los riesgos y las consecuencias por oficio— seguiremos encomendándonos a la Guadalupana. Hasta nuevo aviso.






raviles_2@prodigy.net.mx








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