Finalmente serán analizadas todas las pruebas que he presentado a consideración del PLeno, para que puedan ser estudiadas y valoradas ANTES de pronunciar algún fallo. Es posible que no se discuta su asunto en el plazo que se habían dado, porque ahora tienen un abanico bastante largo que deberá ser analizado. ESTOY SEGURA, de que deben ir comprando letras de ORO, para que después de la sentencia, logren colocar en su edificio de ASSA, el "Morir de Pie".
De entrada el tema es Mexicana, pero por lo pronto ya tienen un avance de la problemática, que padecen también los sobrecargos de Aeroméxico y las 290 familias, que siguen "gozando" de un año sin salario y empleo, después de la promesas que les hiciera el secre de los empresarios, cuando les prometió, que sí firmaban convenio, no habrá "cuellos"...
Te comparto el acuerdo, que finalmente fuera publicado:-)
Y volveremos a empezar…
Rosario Avilés
Martes 9 de Marzo, 2010
Cada sexenio —y dentro de cada sexenio cada vez que hay un nuevo secretario o subsecretario de Comunicaciones (cosa nada extraña)—, volvemos a empezar. Cada vez que se vende o se devuelve al Estado una empresa aérea (lo cual tampoco es extraño), volvemos a empezar. Cada vez que un funcionario tiene que renunciar o simplemente es separado de su cargo (que una vez más: tampoco resulta extraño) volvemos a empezar. Cada vez que se ve la necesidad de tener un nuevo aeropuerto y hay que decidir dónde ponerlo (que es frecuente y cíclico), volvemos a empezar.
Ahora se habla, otra vez, de fusionar Aeroméxico y Mexicana. Tal vez el funcionario de turno no lo sepa pero esto ya ha ocurrido dos veces y al final se han separado. Tampoco recuerdan —seguro— que el aeropuerto de Toluca se ha construido y reconstruido tres o cuatro veces para albergar vuelos nuevos, llámense charter, bajo costo, alta eficiencia o cualquier denominación y que también las aerolíneas han terminado por abandonarlo simple y llanamente, como también se ha repetido miles de veces, porque dicho aeropuerto no es eficiente para nuestras aerolíneas por su altitud y clima.
En la agenda de estos días se encuentran varios temas: la renuncia de Agustín Arellano y su reemplazo; los accidentes en Mexicana y Aeroméxico; las presiones en la primera para profundizar en un convenio de facilidades que ni siquiera ha sido bien utilizado en su versión inicial; la huelga en la chartera de la segunda y su utilización como arma para la revisión contractual en la troncal; el abandono del aeropuerto de Toluca y el asalto a los slots del AICM por parte de las aerolíneas de bajo costo, que dizque iban a utilizar los aeropuertos alternativos y para ello gozaron de un subsidio.
Ante la imposibilidad de comentar todos los temas en una sola entrega, sólo los mencionamos y los comentaremos en las semanas que siguen. Baste anotar por ahora que todos ellos muestran las debilidades que acusa la aviación mexicana y que nadie parece advertir, mucho menos las autoridades del sector, ocupadas como están en escribir un documento de política con el que justifiquen que ya existe lo que antes decían que sí existía y que luego se dieron cuenta de que siempre no.
Como se anotó a su tiempo, Agustín Arellano, director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) fue removido del cargo después de que tres accidentes fatales cobraran la vida de dos importantes secretarios y de un prominente empresario. Ahora, despacha en el Seneam, Heber Molina, quien fuera subdirector técnico y por lo tanto, responsable de las compras de los equipos, aunque quienes están dentro afirman que el verdadero poder tras el trono sigue siendo Arellano a través de su hermano Claudio.
Los trabajadores de Seneam ven, no sin alivio, que cuando menos no trajeron a nadie ajeno al sector, pero lo dramático del caso es que todo sigue siendo igual que antes de los accidentes. Incluso peor, afirman algunos trabajadores, ya que antes de irse Agustín, nombró director adjunto a Rodolfo Olivares, su representante en las investigaciones del caso Mouriño, donde ninguno de los participantes le escuchó ninguna aportación que viniera al caso.
Por otra parte, los procedimientos de control de tránsito aéreo del área terminal en México siguen siendo los mismos que los controladores han denunciado como inseguros desde hace tres años y lo peor es que ahora quieren imponer algo similar en Cancún, donde ni siquiera existen los obstáculos que hay en el Valle de México.
Nadie se explica por qué Arellano se empeña en ello, ya que Cancún tiene dos pistas en las que pueden realizarse aproximaciones simultáneas, con un espacio aéreo amplio que nada tiene que ver con los procedimientos que ahora se ensayan, a menos que esto justifique una necesaria vinculación con el nuevo aeropuerto de Riviera Maya, que sus nuevos jefes quieren adquirir pese a que puedan incurrir en concentración monopólica y que sólo se justificaría si existe una razón técnica.
De una u otra forma, lo cierto es que el sector aéreo, como casi todas las áreas de la administración, tiene hoy un rezago acumulado que lo pone en el peor de los mundos posibles: los perseguidos son los trabajadores del sector que son los únicos que sí conocen del tema y que han permanecido y defendido durante años la viabilidad de la aviación mexicana.
Valdría la pena hacer el ejercicio de planear y apoyar para que este sector sea exitoso. Aunque sólo sea para variar.
raviles_2@prodigy.net.mx
Que se escuche bien y que se escuche FUERTE
Y, sin embargo, se mueve...
Laura Tena
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