Por: Emma Treviño, Sábado, 13 de Febrero de 2010
"Fueron los 40 minutos más tensos que he vivido", cuenta Cristabel Zamora, una de los 92 pasajeros del avión que aterrizó de "panzazo" en Monterrey. relacionado
NUEVO LAREDO.- El terror se apoderó de Cristabel Zamora cuando se asomó por la ventanilla y alcanzó a ver enormes chispas que salían de la aeronave de Click-Mexicana.
Fueron los 40 minutos más tensos que hasta ahora ha vivido la diputada federal y una de los 92 pasajeros del avión que tuvo que aterrizar de "panzazo" en el Aeropuerto Internacional de Monterrey.
Cristabel cuenta que el jueves desde que estaban en el Aeropuerto en la Ciudad de México todo indicaba que no sería un buen vuelo, pues salió con una hora de retraso.
Iba sentada en los primeros asientos, los 2A y 2B, con su asistente Brenda Ayala, tranquilas y despreocupadas y con la ansiedad de estar en casa.
Todo parecía ir bien, hasta que entraron a Nuevo Laredo. El tren de aterrizaje no quiso abrir... no se podía aterrizar.
Esa tranquilidad se tornó en tensión, nervios y hasta pánico, cuando las azafatas les pidieron guardar sus bolsas a las mujeres y a los hombres sus plumas y sus lentes.
"Nos dijeron que de alguna manera aterrizaríamos que iban hacer algunas peripecias, que de alguna manera se bajaría el tren de aterrizaje, pero nada", contó ya un poco más consciente de todo el peligro que pasó mientras volaba.
Al escuchar estas indicaciones, Cristabel sabía que no era normales, algo estaba pasando. Segundos después, les pidieron colocar las manos en los tobillos y la cabeza en las rodillas...
"¡Vamos a despistar!", se escuchó en la voz del piloto.
"El capitán trató de hacer que el tren de aterrizaje se abriera manualmente y al mismo tiempo realizó bruscas maniobras en el aire, pero todo fue inútil.
"Se sentía como en los juegos de la feria, primero subió en forma diagonal, después se hizo a los lados y nada, se sentía horrible, sentí miedo", cuenta.
¡Vimos luces...vimos cuando entramos a Nuevo Laredo. El avión estuvo dando vueltas como por una hora. De pronto el capitán decidió aterrizar en Monterrey para quemar más combustible y no incendiarnos", dijo.
El silencio que había entre los pasajeros por los nervios y el miedo a que pasara una tragedia fue irrumpido por la voz del capitán del avión Fokker 100: "Tripulación!... ¡Prepárense para el impacto!".
Al no poder lograr que el tren de aterrizaje del lado derecho se abriera, el capitán se preparó para lo peor.
El miedo se apoderó de los pasajeros, pero lejos de descontrolarse se mantuvieron en calma... pero a la vez en shock, pues no sabían qué podía pasar... su vida estaba en manos del capitán del avión.
"Fueron 40 minutos, los más tensos y horribles que han pasado en mi vida. Parecía como si estuvieran proyectando una película, en ese momento me acordé de todos, hasta de las cosas que no he hecho", recuerda Cristabel.
"Dije nos vamos a morir... bueno ya tengo el funeral pagado, pero tengo muchas cosas por hacer", expresó Zamora horas después de haber vivido el episodio más difícil y aterrorizador de su vida.
Lo más fuerte de este aterrizaje forzoso, dijo, comenzó a las 8:05 y a las 8:40 fue el impacto con la pista, y la fricción hizo que se prendiera fuego, por lo que todos los pasajeros bajaron y así como bajaban corrían.
En segundos las sirenas de las ambulancias, Ejercito y Policía Federal estaban en el lugar del accidente, reuniendo a todos los pasajeros para trasladarlos a la nave del aeropuerto en donde los revisaron, sólo un pasajero salió con lesiones leves, el resto fue diagnosticado con crisis.
Durante esos 40 minutos, se escuchaban rezos y llantos, pero nada que alterara la concentración del Capitán que los llevó al aterrizaje sanos y salvos.
... Y el martes, la diputada volará de nuevo
Viajaba diputada del PRI en avión de aterrizaje emergente
Por: Primitivo López | Fecha: 2010-02-13
*Cristabell Zamora
“Aterrizamos de panzazo y, bueno, pues el avión presentó fuego, ahí se quemó una parte. Tuvimos que evacuarlo, tuvimos que correr y, bueno, afortunadamente, gracias Dios estamos con bien y lo importante es que estamos aquí para contarlo, para compartirlo”.
Así vivió la diputada federal por Nuevo Laredo, Cristabell Zamora Cabrera, el aterrizaje de emergencia del avión Fokker 100 de Click Mexicana en el Aeropuerto Internacional de Monterrey, Nuevo León.
Ella fue uno de los 92 pasajeros que la noche del jueves vivieron horas de incertidumbre y miedo.
¿Sintió miedo?
“Sí, claro que sí”
¿Pensó que iba a morir?
“Sí, claro, por un momento”.
En el momento más crítico, durante el aterrizaje ¿rezó?
“Sí, me encomendé a Dios”.
Refirió que el vuelo 722 México-Nuevo Laredo, inició con contratiempos.
Salió del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la ciudad con una hora de retraso.
“Sí, de hecho debió haber salido a las 5:25 como estaba planeado y salió hasta las 6:40 de la tarde”.
¿Cuándo les avisa el piloto ó se enteran que hay una falla en el tren de aterrizaje del avión?, se le preguntó.
“Estábamos sobrevolando ya Nuevo Laredo cuando nos dijeron que tenía problemas con el tren de aterrizaje, que no podía bajar y que iba a hacer algunas maniobras para que en forma manual se pudiera bajar. Empezó a moverse el avión en forma extraña, lo hizo durante media hora hasta que nos avisan que definitivamente no se puede, que tenía que aterrizar forzosamente en Monterrey”.
Cristabell relató que estuvieron sobrevolando Monterrey para gastar combustible.
“Ya con las manos en los tobillos el piloto nos dice que nos preparemos para el impacto”.
¿Qué ocurría en el avión, había pánico, llanto, cómo se comportaban los pasajeros?
“Había mucha tensión, no había llanto, no había histeria, tampoco colectiva, las aeromozas nos ayudaron mucho con eso, pero sí había mucha tensión, mucho silencio”…
¿Qué sintió cuando el avión toca tierra?
“Se oyó una gran fricción y es cuando empieza el fuego, evidentemente una vez que se para el avión, porque íbamos a una velocidad pues muy alta, una vez que se detiene el avión empieza a un fuerte olor a combustible, a quemado, empieza haber fuego, nos empezamos a bajar y, bueno, es cuando ya inmediatamente llegan los cuerpos de rescate y todos nosotros ya estábamos a una gran distancia de ahí”.
¿Qué hizo cuando ya estaba en tierra?
“Corrí, lo más que pude, me alejé del avión”.
¿Calzaba zapatillas?
“Tanto mi secretaria particular como yo llevábamos tacones, las dos, y las dos pudimos correr, pero a mucha velocidad. La adrenalina hace cosas maravillosas”.
¿Qué experiencia le queda de este incidente?
“Un gran aprendizaje, tiene uno que ser agradecido de la vida, de las cosas que te da y sobre todo tratar de ser una mejor persona, todos los días”.
En la aeronave viajaban los basquetbolistas de los equipos Toros de Nuevo Laredo y Soles de Mexicali.
Los pasajeros fueron transportados en autobuses a Nuevo Laredo donde arribaron a las 4:30 de la mañana de este viernes.
http://laverdad.com.mx/desplegar_noticia.php?seccion=REGIONAL¬a=28577
Sólo, los que hemos experimentado una emergencia aéra y vivimos para contarlo, SABEMOS de qué estamos hablando.
Desde aquí un humilde pero sincero reconocimiento, a toda la tripulación.
Los pasajeros, VALORAN el profesional desempeño. ESPERO, que la empresa lo haga también, porque no es poca cosa
Laura Tena
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