Una compañera jubilada me comentaba el evento, que lejos de ser un acto que revista el renglón mínimo de dignidad y coherencia de lucha laboral me proyecta que de manera inconciente se sigue padeciendo el síndrome de la indefensión adquirida. Y no puedo ver como un acto relevante que se asista al espacio residencial en el que dicen despacha un presidente, cuando el mismo presidente ha ignorado a la clase trabajadora y en el mismo día en que se celebra el día del trabajo, el mismo está tan ausente.
¿Quién no recuerda la marcha del primero de mayo?, ¿quién recibió un mensaje por lo menos de respaldo o compromiso para mejorar las condiciones de todos los trabajadores desde el ejecutivo, o de perdida, con la presencia mediocre del secre de los empresarios?
¿Celebración o rendición?
¿Celebrar que se viole desde la Constitución, los tratados, la ley federal y la de amparo?
¿Se puede dejar en el olvido los tragos tan amargos, de tanta incertidumbre que han tenido que pasar los empleados que si trabajan dentro del sector aeronáutico?
¿Alguien recordó por un segundo, que el presidente en turno les había prometido mejores condiciones mediante una carta firmada –palabra que sin duda estaba empeñada por su firma en el documento- , que hasta hoy, sencillamente se ha incumplido?
Todo lo anterior, se lo pregunté a la compañera que asistió, y me comentó que no, que solamente se había expresado un discurso departe de la actual dirigente.
Luce lejano el Morir de Pie, y luce lejano porque asistieron a pasar lista, con un ejecutivo que sencillamente se mantuvo sordo y mundo ante la suma de arbitrariedades, que como gremio, han tenido que pasar, cuando la suma de esclavos del poder soslayaron los derechos claramente plasmados dentro del mandato supremo constitucional.
Pero si el acto de lo que luce como incongruente -cuando se asiste al mismo sitio, desde el que solapó la impresentable embestida en contra de todos sus derechos- ya era un factor de preocupación, el resto de los hechos que me contaban, me dibujaban que se repetía el mismo ciclo vicioso, mediante el cual, un grupo se siente con todo el derecho, de calificar lo que está bien o lo que está mal, para con base en ello reprimir, castigar y limitar el derecho de expresión, tal cual se diera en los tiempos de Villarreal, y que me tocó presenciar. Parece que el juego de verdugos se presenta nuevamente, lo que sin duda es todo un peligro para una verdadera unidad.
Me refiero concretamente al acto de tratar de satanizar la libertad de expresión y la libertad política de Ximena, hecho que corrió como pólvora entre los asistentes porque sigue muy vigente el deporte de hacer todo un chisme, y no entender que toda expresión merece respeto, tolerancia y el justo contexto. Las expresiones de Ximena le han valido la condena, de un grupo que se allega el derecho de etiquetar las “buenas costumbre, lo políticamente correcto”, y ya en expresiones tanto demenciales como de esclavitud, se atrevían a inferir, que “Assa quedaba mal y que estaba muy mal que ella se atreviera a comentar”
La ley mordaza, a todo lo que daba, y algo más grave, también olvidaron que gracias a la honestidad y verdadero compañerismo de Ximena, todos los sobrecargos habían logrado contar con varias manos para ayudarlos en los momentos más álgidos de su lucha, por la defensa de sus derechos.
¿Cuántos sobrecargos podrían hoy recordar que su caso sonó fuerte desde un templete en el Zócalo?
¿Cuántos sobrecargos hoy podrán recordar que todos los puntos de acuerdos presentados desde la Cámara de diputados, es por la labor que Ximena se ocupó de lograr?
¿Cuántos entenderán que gracias a los buenos oficios de Ximena cuentan con una página que enaltece y dignifica su labor?
¿Cuántos podrán entender que gracias al enorme trabajo y dedicación de Ximena, se logró evitar que sus derechos fueran VENDIDOS por un Charro que no dejaba de presionar y hostigar?
Y muy importante ¿cuántos dirigentes comprometidos han luchado por el bienestar común antes que el individual?
Me indigna y molesta que ahora se atrevan nuevamente a satanizar, a una mujer que me consta no ha dejado de luchar, tanto por la gente de Mexicana, de Aeroméxico o las chicas de las otras aerolíneas con contrato en el sindicato. Me consta que ella se ocupa de entregar todo su tiempo y un poco más, para ayudar a todo aquel que solicita el apoyo, el consejo o hasta publicidad electoral en su página, que sigue siendo muy visitada por varios sectores del ámbito nacional.
Fue gracias a Ximena que el tema de los sobrecargos cobró relevancia, y también fue gracias a Ximena como yo decidí sumarme a su lucha y defensa en otros espacios, porque finalmente conocía a una integrante de la dirigencia sindical, que no era corrupta, que no era egoísta y que estaba al 100% entregada para la lucha, en la cual, todos sus compañeros pudieran ganar.
Los hechos están presentes para todo aquel que lo quiera recordar. ¿O, ya se olvidó cuando Ximena sostenía con todo valor y determinación la manta que refería claramente “No al Convenio”?, documento que sin duda los despojaría de sus derechos y que de no ser por la lucha, hoy estarían tan mal como lo están los de tierra y pilotos.
Ximena en la explanada de Xola sostuvo junto con Karla una manta, a pesar de los golpes que llegó a asestar otro esclavo del poder, otro que en su tiempo sentía que el derecho le asistía para calificar qué comportamiento estaba bien y cuál merecía ser reprendido, bajo el estéril argumento “de que Assa quedaba mal”.
Ximena siempre ha colocado el interés de grupo, por encima del interés personal y por encima de su propia seguridad laboral.¿En verdad les preocupa que Assa se vea mal o quede mal?, pues lo único que dejará mal a Assa, es lo entreguista que pueda parecer ante los ojos de millones que seguimos en el día a día pendientes de que sus derechos se respeten y no terminen siendo otra negociación impresentable, porque el conflicto de naturaleza económica, mermó la paz de muchos mexicanos – internos y externos-, y porque solamente mediante un fallo desde el más alto tribunal se podrá colocar el sano freno para los depredadores empresariales que seguirán buscando como erradicar al trabajador, para llenarnos de esclavos desechables enterrando el importante factor humano, que sin duda debiera ser el ingrediente más importante para la relación capital/trabajo.
Desde aquí mí más sentida solidaridad con Ximena, desde aquí reitero el reconocimiento y admiración que para ella, y su labor tengo. Porque la integridad tanto profesional como ética y moral, son factores, que pesan, lo que vale en oro.
Su asunto logró llegar hasta la Suprema Corte, gracias a los buenos oficios, tanto de Ximena como de Ilka que no se cansaron de visitar el Congreso de la Unión para poderlo lograr, y desde ahí, varios diputados se sumaron a su causa.
Ximena sabe ser compañera, ¿cuántos sobrecargos corresponderán?
Otra de las ocurrencias de Calderón también fue evidente el día de ayer, cuando afirmó que su gobierno “apoya” al sector de la aviación, por aquello de la Terminal II:
http://www.eluniversal.com.mx/notas/508323.html
¿La obra inútil y costosa acaso no fue iniciada como un negocio más en el sexenio de Fox?, como que va siendo tiempo de que a Calderón se le informe, que Aeroméxico tuvo problemas con los carreteos por lo mal planeado que está el edificio. No quiero ni siquiera imaginar, que los asistentes hubieran podido aplaudir las ocurrencias en turno, cuando en la realidad hoy varios trabajadores siguen siendo amenazados por el desempleo que se genera desde la más miserable voracidad empresarial
Sin duda como bien escribe hoy Rosario Avilés, cada día van de mal en peor:
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=362942
Que se escuche bien y que se escuche FUERTE
Y, sin embargo se mueve
Laura Tena
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