¿Ha padecido, o conoce a alguien que la pueda padecer?
Le diré cuál es la descripción, de ese mal que aqueja socialmente, esperando que pueda ser útil para la reflexión, sobre todo, durante esos momentos, cuando se nos quiera despojar de algo, que legítimamente nos pertenece. En esas largas horas que obscurecen nuestro ambiente, en esos largos años que en ocasiones deberemos caminar, para vencer, en ese largo camino legal y pacífico, encontraremos varios factores y en ocasiones actores, que pueden ser susceptibles de padecer, lo que denomino: Síndrome de Indefensión Adquirida.
Bien el síndrome de la indefensión adquirida, es la consecuencia que algunos mexicanos padecen, al desconocer sus derechos, y sobre todo, al enorme temor que sienten, para hacerlos valer.
Los afectados por el síndrome, no solamente dudan de defender lo que son sus legítimos derechos, sino también se atreven, a cuestionar agresivamente y hasta satanizar, a los que no padecen ese síndrome, y sí desean, hacerlos valer. Los afectados por el síndrome de la indefensión adquirida, dentro de su grave padecimiento, no asimilan, y mucho menos comprenden, que otros si salgan a defenderlos. Hay algunos casos, que en alarmante complicación del síndrome, muestran una afección paranoica, que los empuja a solicitar, la ayuda, y colaboración de otros, para que detengan, por todos los medios, a las personas que deciden emprender una defensa. En grados ya de locura, los afectados por el síndrome de indefensión adquirida, extrañamente presentan una faceta de libertad, mediante la cual promulgan, e incitan a los demás, su colaboración y participación, para asentar agresiones físicas, porque dentro de su enorme padecimiento, el objetivo es, que se debe detener al MONSTRUO, que pudiera encerrar cada ser humano, en la clara defensa de lo que dicta la ley. Decodifican como Monstruo, todo aquello que no sea sumisión.
Las criaturas que padecen ese síndrome de la indefensión adquirida, son, la mejor muestra, de los enormes efectos y daños colaterales, que se producen, por el desconocimiento de los derechos y todo argumento de ley. Así mismo, es un relfejo del c nulo cariño, y seguridad que por su persona sienten, y la incapacidad que asumen para defenderse. Les cuesta mucho trabajo, el poder asimilar, que otros tengan la seguridad, determinación y valentía, para luchar, cueste lo que cueste, y tope hasta dónde tenga que topar.
Las personas más susceptibles para contraer éste tipo de padecimiento, se dice, son aquellos que consideran, “que antes de dar una batalla, ya están perdidos”, y que no habrá forma de modificar los abusos. Los asusta mucho la condición del contrario, y son fervientes creyentes de que David, no podrá vencer nunca a Goliat. Dentro de su enorme pesimismo, se conforman con repetir una y mil veces, “que así siempre ha sido”, para conformarse, resignarse y denigrarse, para aceptar las peores condiciones que otros presenten, como imposiciones autoritarias o dictatoriales.
De manera inconciente, presentan un autosabotaje.
Existe también la Indefensión Aprendida:
'Es imposible', 'no podré conseguirlo', 'más vale malo conocido que bueno por conocer', ... Sentencias como estás son síntoma de padecer 'indefensión aprendida'.
La siguiente descripción de Indefensión Aprendida, ya no me pertenece, y compartiré con ustedes un análisis, que puede ayudar un poco más, el poder detectar los factores que influyen para padecerla:
Indefensión Aprendida: La Depresión
http://www.comentariosdelibros.com/psicologia/trabajos/depresion.htm
por Josefina Castillo
La indefensión aprendida es un estado en el cual se aprende que ante sucesivos fracasos haga lo que haga no voy a conseguir el objetivo. Esta indefensión aprendida es un calvo de cultivo ya que acoge toda una serie de calificativos y sentimientos negativos en el niño (que es quien lo aprende y arrastra en su vida), como miedo, tristeza, inseguridad, etc. Este aprendizaje si perdura provoca a la larga depresión.
Según el autor Seligman, existe un modelo de depresión del desamparo aprendido. Éste afirma que la depresión es el resultado de la expectativa individual ante la sucesión de eventos negativos, sobre los que la persona no tiene un control.
El desamparo aprendido, según Seligman, es la reacción a darse por vencido ante un hecho, no asumir responsabilidad alguna, no responder… como consecuencia de tener la creencia de que cualquier cosa que hagamos en el presente o el futuro carecerá de importancia.
El estilo explicativo es la forma que habitualmente escogemos para explicarnos a nosotros mismos por qué suceden las cosas que nos van sucediendo. Es este estilo el que modula el desamparo aprendido. Por ejemplo un estilo optimista bloquea la experiencia de desamparo, en cambio un estilo explicativo pesimista permite que la misma experiencia de desamparo que la persona experimenta se extienda a otras situaciones de su vida.
La intensidad y el tiempo de la experiencia de desamparo dependen de la forma en que cada persona decide explicarse a sí mismo las cosas que le suceden.
Hay una serie de factores tanto psicológicos como psicosociológicos que influyen en la depresión. Estos hacen que una persona sea propensa a la depresión y pueden causar que desarrolle la enfermedad. Dichos factores son Factores psicológicos externos tanto pasados (como de la infancia que hagan ser propenso a la depresión), como presentes y del entorno, y Factores psicológicos internos.
El hecho de carecer de contacto con los padres o perder en la infancia a uno de los padres por fallecer o divorciarse, por ejemplo, nos hacen propensos a la depresión. Así como una educación emocional fría por falta de atender nuestras necesidades emocionales.
Un hecho importante es que una educación con carencias de este tipo hace que las personas sean más propensas a la depresión en su vida posterior. Además se ha comprobado que los depresivos recuerdan con más probabilidad una educación basada en un control insensible.
En cuanto a factores externos que desencadenarían depresión son por ejemplo el haber sufrido abuso tanto físico como sexual, problemas en el hogar, padres que usen la vergüenza como medio educativo, padres que favorezcan claramente a otros hermanos…
También hay factores externos que junto con el hecho de ser propensos aumentan el riesgo de padecer una depresión. Estos son por ejemplo una relación sin recompensas emocionales o que haya sido conflictiva con una pareja, un divorcio con mucha tensión, un entorno laboral poco gratificante o estresante, largo periodo de desempleo, o la soledad.
Hay 4 rasgos de personalidad que pueden ayudar a aumentar el riesgo de desarrollar una depresión: el nerviosismo, un modo negativo de pensar, pautas pasivas de conducta y un perfeccionismo obsesivo.
Si la persona es susceptible y sensible es más fácil que padezca depresión.
Los pensamientos negativos hacen ser pesimista y se generalizan a todo el entorno de la vida de esa persona: se tiene tendencia a asumir la responsabilidad por lo que no ha ido bien, se cree que las cosas negativas dominan su existencia y se piensa que las cosas nunca mejorarán.
La pauta pasiva de conducta se basa en reaccionar a los contratiempos bien inmovilizándose, renunciando a resolver los problemas o huyendo de ellos.
Existen también otros rasgos de la personalidad que aumentan el riesgo de padecer una depresión. Estos son una baja autoestima, autoestima inestable, alto grado de dependencia emocional hacia otras personas y falta de confianza en otras personas.
Así está claro que una depresión puede curarse gracias a un cambio de pensamientos. Todo consiste en realizar una Reestructuración Cognitiva para poder cambiar nuestra forma negativa de pensar y aprender a pensar de distinta forma dando prioridad a los pensamiento positivos.
Ojalá que los preceptos que aquí les dejo, en algo sea de útilidad, para siempre luchar, por lo que legítimamente nos pertence.
Hoy más que nunca, no hay que dudar y mucho menos claudicar.
Que se escuche bien y que se escuche LEJOS
Y, sin embargo, se mueve...
Laura Tena
Expresando ideas de cómo leo la política, esperando generar reflexiones, para poder crear, una convivencia más humana, entre todo actor social. Una nación conformada por SUJETOS, podrá remar de manera más sencilla, al puerto donde la igualdad y la justicia social, sean una realidad, y no promesas como parte de discursos, que se re-estrenan, cada temporada electoral.
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4 comentarios:
Hola Laura
Interesante tu comentario, esto del Síndrome de indefensión adquirida, más que una característica de los individuos que se van a enfrentar a una lucha, personal, legal o laboral, creo que es parte del inconciente colectivo del mexicano... el síndrome del ya merito... del jugamos como nunca y perdimos como siempre...
Como ciudadanos estamos empeñados en autosabotearnos y sabotear a los demás... es lo lo aprovechan políticos de todos los signos para dividirnos y evitar que como ciudadanos sumemos esfuerzos reales por tomar control de nuestro destino como país.
Un verdadero Oasis tu Blog... considerame tu fan #1
Saludos!
Elmer Homero buenas tardes:
Inicio por AGRADECERTE que visites éste espacio, y sobre todo, que lo enriquezcas, con tus comentarios.
Y totalmente de acuerdo, tenemos un grave problema colectivo, para no lograr más. Hace algunos años, comentaba y compartía en un foro, que desafortunadamente, el sistema nos ha empujado a un sistema muy inculto, en diversos sentidos, y dentro del aspecto deportivo, a varios les han tatuado un lema, que de inicio es limitante para dar más, el cual se encierra, en el "consuelo enorme",: Lo importante es competir, y no ganar", y bajo esa "inocente" sentencia, la mediocridad se puede justificar.
Pero por supuesto que también podríamos aplicarlo, en cuestiones de política, selección de representantes y algo más. La gama es tan diversa, que por ello los efectos del síndrome de la indefensión adquirida, sin duda es parte de los enemigos públicos, para toda nación y sociedad.
En fin, esperemos que en algo aporte la descripción.
Gracias nuevamente por el regalo, que a través de tú comentario obtengo, porque siempre mediante diálogos, logramos aprender algo más de todos los demás.
Ten linda semana y GRACIAS
Laura Tena
Hola Laura:
Me ha traido varias emociones este post tuyo sobre la indefensión adquirida. Primeramente paso por el coraje, porque me desespera que haya gente así, que la gente luego viva como en un cuento de hadas o pretenda hacerlo, cuando poquito hace falta para darse cuenta de todo lo que está mal y, más aún, de todo lo que podemos hacer para mejorar las cosas. Definitivamente es más cómodo no hacer nada y echarle la culpa de todo a los demás. Tal vez ahí entre otra tristemente característica adjudicada al mexicano, aquella de los cangrejos en la cubeta: al primero que se alza lo jalán de vuelta abajo los demás. Y eso tal vez es lo que sucede con algunas personas que no les gusta que los demás salgan a reclamar lo que por derecho les pertenece: como ellos no hacen nada pues no les gusta que los demás lo hagan. No sé. Se me ocurre. En fin, después del coraje me vino la tristeza, de que las cosas sean así. Un poco de aceptación tal vez. Pero finalmente (y qué bueno) me vino el optimismo e idealismo; sentí que era mejor pensar que podemos ser el David que venza al Goliat, como mencionas. Y me recordé a mi mismo: "más vale morir de pie que vivir a gatas".
Fermín buenos días:
Un gusto saber de tí, y por supuesto, te agradezco que me compartas lo que despierta, el texto que he colocado, para tratar de generar una profunda reflexión, y tal vez con ello el motor, para no claudicar en cualquier lucha que uno emprenda, así como, seguir empujando para que más gente sepa, que lo peor en una vida democrática, es no hacer nada para cambiar las cosas que nos afectan.
Nuestra cultura, es rica en refranes, y uno que es muy sabio, es aquel que cita, que el Valiente vive, hasta que el Cobarde quiere.
Dicen que unos nacen cansados de nacimiento, pero más bien yo diría, que de manera por demás cómoda, se sientan a esperar que otros hagan, lo que todos deberíamos de empujar. Vicios tenemos muchos, y uno de ellos, es abatir esa pereza que en ocasiones se presenta en varios sectores, y el cual, es no leer, no documentarse, no investigar, y mira que todo ello, en éste y otros tiempos, debería ser herramienta de primera necesidad.
MORIR DE PIE, lleva más que unas cuantas letras, la suma conjunta una parte preciosa, de la conformación del SER, que se llama DIGNIDAD, y la cual, no está afortunadamente a la venta. Es tan valiosa, y a la vez tan selectiva, que irónicamente, es lo único que grandes fortunas, no suelen tener. En la vida no puedes comprar DIGNIDAD así como tampoco puede comprar la seguridad, de mantener la SALUD, o esos VALORES humanos, que en ocasiones, logran generar cambios profundos.
Un día me comentó un buen amigo, que los Robles, por más grandes que se vean, pueden ser derrivados, mediante pequeños golpes continuos. Decía, que si se pretendía derrivarlo con excesiva fuerza y de un solo golpe, el éxito no llegaría.
Ese ejemplo, lo recuerdo día con día, y sé que nos vamos a tardar, pero lo vamos a lograr, algún día, la fórmula secreta, es no claudicar, no hacer ECO a las voces pesimístas, y a esas voces, hay que invitarlas a considerar, que la apuesta es por ganar, tal vez a largo plazo, pero el triunfo estará, tarde o temprano, o más temprano que tarde.
Dicen que golpe que no mata fortalece, y sí, efectivamente, cada reto que la vida nos coloca para evolucionar, fortalece no solamente el espíritu, sino que también incentiva, el documentarnos más, para llegar con todos los fundamentos necesarios.
Sé Fermín, que como jóven activo tú has sido una muestra de cómo se puede pelear contra los "grandes", y lograste colocar en un sector, la opción que puede ser Alternativa. Tú determinación, creatividad y disciplina, fueron enormes aliados, para descubrir que la inovación y el compromiso por no malgastar el dinero, son agentes presentes, que dejarán enterradas las limitantes que antes se tenían, porque el muro del dinero acotaba los espacios.
Así pues, Fermín, sé que en todo lo que emprendas, siempre encontrarás el camino y sé que no podrás contaminarte, del Síndrome de Indefensión Adquirida.
Ten linda semana y GRACIAS por enriquecer éste humilde espacio.
Saludos
Laura
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