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lunes, mayo 07, 2007

Mexicana de Aviación: Cuenta regresiva...

Pues bien, si se cumple lo que dice la ley, en esta misma semana podríamos estar conociendo el fallo que emita la junta federal de conciliación y arbitraje, con relación al conflicto de carácter ¿económico? que planteara Mexicana de Aviación en contra del contrato colectivo de trabajo que tiene el cuerpo de sobrecargos, para según ellos, lograr una productividad competitiva.

Sin duda será por demás interesante comprobar hasta dónde verdaderamente la Institución estará cumpliendo con su mandato Constitucional, y hasta dónde nos podrá entregar evidencias de que respeta en su totalidad el artículo 123° que casualmente es el que daría sentido a tanto presupuesto gastado para velar la seguridad y estabilidad del trabajador, así lo mandata la ley y es así como nace la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

¿Usted qué opina?, ¿podrá por primera ocasión ganar la imparcialidad y el mandato de la ley suprema; podrá la ¿autoridad?, por primera ocasión, negarle a Mexicana que siga violando los derechos de sus trabajadores y sobre todo RESPETAR las condiciones emitidas por los legisladores en el punto 18 aquí publicado que claramente decía: No podrán ser modificadas las condiciones?, ¿podrá revivir el mandato Constitucional que le prohibe al Estado celebrar condiciones que generen menoscabo para el empleado?
Pues bien, no debe tardar la respuesta oficial, y sin duda, la otra respuesta que es mucho más relevante: La social

Hace algunos días decidí volar, para salir un poco y observar las maravillas que tiene la vida, que normalmente son gratis. Mí opción para viajar en esta ocasión fue Aeromexico. Mí selección por Aeromexico respondía a no sufrir en vivo lo que tanto padecen mis compañeros de momento, pero también el poder observar cómo van sus vuelos, y qué tan cierto es que hay pocos pasajeros.

Me topé con un aeropuerto lleno, eran las 6.30 de la madrugada y los mostradores estaban atestados. Documenté mí equipaje, después de pasar la revisión, que por seguridad todos debemos hacer, y posteriormente encaminé mis pasos al salón Premier. El salón premier se encontraba lleno, vamos tanto para Mexicana como para Aeromexico, la cuota que se paga normalmente por esos espacios, sin duda son entradas económicas, que ya sumadas a lo largo del día, deben redituar también buenas ganancias. Sensacional la atención, tanto en mostradores, como en el salón de Premier. No cabe duda, EXPERIENCIA es una enorme diferencia.
Después de hora y media de espera, finalmente podía acudir a la sala por dónde sería abordado el vuelo. Los pasajeros no cambian con los años, pero lo que si llegué a notar, es que ahora llegan mucho más presionados. Abordé el 737 que tiene Aeromexico y pude notar que eran 5 sobrecargos los que efectuarían ese vuelo. Me acomodé en mí asiento, venta, que por cierto no me agrada ir en la venta, ya que me queda la sensación de estar "aprisionada". El vuelo completamente lleno, sin opción para cambiar el lugar, procedí a leer el diario, que a la entrada había tomado. Primera sorpresa, una gran esquela con un sentido pésame, para quien es sobrecargo con licencia, pero que ahora está como flamante Secretaria de Turismo. Me pregunté ¿cómo es que una aerolínea se dice con problemas económicos, y en el día a día hace dispendios?, porque las esquelas no son económicas, y, si la intención es sencillamente expresar el pésame, con un telegrama se podría cumplir con el cometido. Una esquela así debió costar más de lo que gana un sobrecargo en todo un mes.¡!
Posteriormente se anunció que estaba todo listo para partir, se encendieron las pantallas con las cuales ahora se emiten los anuncios de seguridad, y me pudo encantar que dentro de los mismos, se pudiera instruir sobre la llamada posición de impacto, que es la posición que todo pasajero deberá tomar, en caso de una eventualidad, mejor conocida como emergencia. El pequeño y a la vez gran detalle me pudo maravillar, porque recordé que en mis tiempos, ante la ausencia de la tecnología, si se presentaba una emergencia planeada, un sobrecargo debía colocarse en el respaldo de uno de los asientos, para mostrar a todos los pasajeros cómo deberían de acomodar sus cuerpos, antes de aterrizar. Según recuerdo, en el centro de adiestramiento, los instructores decían que sería en la fila 2, para colocarse en los respaldos de la fila 1, y con ello, todos los pasajeros pudieran observar. Después con primera clase ya todo debería cambiar, porque hay una mampara que impediría a cabina turista el poder observar.
Después de terminado el anuncio de seguridad, los sobrecargos pasaron por el pasillo para verificar, que las mesitas y respaldos estuvieran en su lugar, así como que los cinturones de seguridad, se encontraran abrochados.

Inició el sonido que anuncia la potencia en turbinas para iniciar la carrera de despegue. Debo confesar que esos segundos o minuto, para mí siguen siendo eternos, ya que a pesar de que mí accidente ocurrió en 1992, en pleno 2007, el recuerdo sigue tan vivo, y la película en mí mente se repite, no puedo negar la angustia que vivo en esos momentos, pero ayer como hoy, esa angustia y terrible sensación, no podrá más que yo. Es una vieja batalla que libro, ya que a mí reingreso, después de recuperarme del accidente, en cada vuelo de 1994 a 1996, que es cuando fui separada de mí empleo, siempre luché para que no me ganara; recuerdo que para ello me preparaba mentalmente .
Durante el ascenso encontramos un poco de turbulencia, y me sentí indefensa ante la posibilidad de que el movimiento pudiera lesionar mí columna vertebral, ya que tengo problemas con los injertos que me tuvieron que colocar entre 2 de mis vertebras, en aquellos tiempos, como una de las consecuencias de ese accidente.

Escuché el anuncio de los pilotos que decían: cruzando 10 mil pies, y cuando se cruzan los 10 mil pies, es el momento que los pasajeros pueden encender sus computadoras y escuchar música. Yo prometí dejar en paz la computadora por unos días, así que continué con mí lectura del México real.

Unos minutos más tarde, las compañeras de Aeromexico iniciaban el servicio y noté que solamente eran 3 sobrecargos atendiendo a clase turista. ¿Por qué solamente 3 sobrecargos atendiendo, cuando el avión estaba lleno?. No cabe duda, desde un escritorio se define el cómo, pero se ignora el fondo. El servicio fue muy atento, la charola de alimento sigue siendo bastante paupérrima: 2 mini pedazos de sandía, 2 mini pedazos de melón verde y 2 uvas negras. Recuerdo que en mis tiempos, también eran platos muy raquíticos, y sé que un avión no es restaurante, pero creo que si se va a servir un alimento, por lo menos ese alimento debería contener rebanadas normales. Los platos que aquel tiempo le vendían a la empresa, tenían un costo de 37 pesos, que para esos tiempos, era sencillamente carísimo. En esta charola, contenía también un panqué de naranja de la pastelería El Globo, que verdaderamente estaba delicioso. Encontré también en la charola, una tarjeta con propaganda de Telcel, y entonces me pregunté ¿cuánto le pagaría Telcel a Aeromexico?, por la propaganda a más de 10 mil metros de altura. Creo que si Carlos Slim es un hombre que hace fortuna de manera envidiable, muy seguramente sus anuncios o propaganda deben cubrir algún tipo de costo, ¿ o no?. Lo interesante será descubrir si es que paga algo, o si acaso existe algún acuerdo negociado con Aeromexico, que por cierto sigue siendo una empresa de todos los mexicanos.

Busqué la revista de la empresa, y me quedé con la percepción, de que su director, Andrés Conesa luce como un hombre de trato, una persona que no evade problemas, y que seguramente, si acaso es cierto que él desea comprar Aeromexico, buscará cómo no lacerar a su personal y buscar varias formas dónde todos puedan ganar. Su foto me dejó la sensación, que optará por medidas más inteligentes, porque se nota que es una persona que escucha, que analiza, y ya el tiempo nos dirá qué tanta aptitud tendrá para no lacerar a los empleados que con tanto esfuerzo se han ganado la preferencia de millones de pasajeros. Si gana más la inteligencia y sobre todo la visión del hombre de negocios, Conesa encontrará la llave para que todos estén satisfechos, y espero que pueda recordar, que los derechos adquiridos son irrenunciables, también en Aeromexico. Opciones hay varias y me parece que él si las encontrará.

Inició el descenso, y los sobrecargos apresuradamente recolectaban todas las charolas para acomodarlas en los carros de servicio. Lamenté que envíen a 3 sobrecargos para atender la cabina que tienen más pasajeros, pero también me pregunté ¿quién podría llegar a cubrir las 4 ventas de emergencia, después de tanta fatiga acumulada?. Creo que le corresponde al sindicato trabajar en ese punto, porque si se requieren 2 para atender a premier, es URGENTE que sean 4 en cabina turista, por esa elemental seguridad, que finalmente es la razón primordial por la cual hay sobrecargos en los vuelos.
Se dió el anuncio que pronto llegábamos, no se presentaron turbulencias en el descenso, afortunadamente, y, aterrizamos como los ángeles. GRACIAS Aeromexico, todo sin contratiempos.

A mí regreso a la ciudad de méxico, nuevamente llegué a los mostradores llenos. La persona que me documentó me comentó que el vuelo estaba sobre vendido, que seguramente nos solicitarían considerar el regreso en el siguiente vuelo, que podíamos pensar si deseábamos esperar.
La primera situación distinta que encontré a mí regreso, fue que NADIE inspeccionó el equipaje que llevé para documentar, lo cual llamó mí atención, porque tengo entendido que el asunto de seguridad y revisión es general, o al menos debería ser general y no solamente saliendo de México, d.f.
Ingresé a la sala para abordar y pregunté si acaso podían cambiar mí asiento, porque nuevamente tenía asignada una ventana, y yo prefiero viajar en el asiento que dá al pasillo, como que me siento un poco más libre. Afortunadamente si logré cambiarlo y pasaron solamente unos minutos más para abordar. Todo fue de maravilla, solamente me faltaba librar esos minutos del despegue. En cuanto se cerraron las puertas, inició el llanto de un niño,el cual no dejó de llorar a partir de ese momento.Sobreviví nuevamente a la regresión del despegue, al llanto agudísimo del pequeño, cruzamos los 10 mil pies, y con avión lleno nuevamente inició el servicio. Francamente lo que menos tenía yo era apetito, así que decliné aceptar la charola que en esta ocasión contenía: Una baguete de jamón con queso y un pastel. Observé que en el carro de servicio de líquidos, las compañeras traían botellas de cristal, para brindar el servicio de bar. Nuevamente me pregunté ¿por qué el sindicato de sobrecargos, no ha tomado medidas para evitar un posible incidente?, ya que en caso de turbulencia de aire claro, las cuales son muy severas, podrían lastimar a las compañeras. Bien podría el sindicato ocuparse de conseguir, que las botellas que se aborden, sean las pequeñas que anteriormente estaban a la venta para el consumo de los pasajeros, y con ello, el servicio seguirá siendo posible, pero son peligros, tanto para la tripulación del vuelo, así como a los pasajeros.

Hace muchos años en Mexicana sucedió un incidente por turbulencia de aire claro, en esa época se manejaban vasos y copas de cristal, botellas de champange y vino . Con eso fue más que suficiente para que la tripulación resultara lesionada, y recuerdo que Paty me comentaba, que en épocas de Don Manuel Sosa y como dueño Don Cresencio Ballesteros, la empresa le había cubierto todos los pagos médicos, ya que requirió de varias cirugías estéticas, tanto en sus manos, como en su rostro.

Yo me pregunto ¿qué necesidad de que alguien tenga que pasar por una situación así, si es posible evitarse?

Ojalá que puedan ocuparse un poquito más del gremio que esta en el aire todo los días, y que en las condiciones que ahora tenemos el clima mundial, seguramente las turbulencias, puedan ser más severas y un factor que se debe cuidar mucho más.

Durante el vuelo de regreso, charlé con un grupo de señoras que residían en Toluca. Les pregunté por qué habían decidido volar por Aeromexico, cuando en su estado tienen a las aerolíneas de bajo costo. Su respuesta fue, que por unos pesos de "ahorro", francamente no vivirían la aventura de estar volando en líneas que apenas inician, que no tienen la experiencia en trato con los pasajeros, pero sobre todo, lo incómodo que es ese aeropuerto para viajar.

Con su respuesta pude comprobar, que para las aerolíneas de bajo costo el camino no será sencillo y mucho menos la posibilidad de arrancar pasajeros, tanto para Mexicana como para Aeromexico.

Finalmente aterrizamos en el aeropuerto internacional de la ciudad de méxico, y encontré que los aviones de Aerolíneas Azteca, estaban estacionados en la base de Mexicana de Aviación. ¿Acaso Mexicana de Aviación en un afecto solidario recibió las aeronaves, sin cargo por estar estacionados?, o ¿le estará brindando servicio de mantenimiento a los equipos ahí estacionados?
Por lo pronto podría lucir a todo un misterio, pero también podría lucir a otra posibilidad que nos puede encaminar a esos slots con los que contaba en el aeropuerto.

Llegamos al edificio terminal, ¿y el niño que lloraba?, pues seguía llorando...¿se puede usted imaginar el tener que trabajar con un avión completamente lleno, y estar escuchando en todo momento el llanto?. Pues bien a pesar de todo, fue un vuelo con un maravilloso trato, por lo que nuevamente diré: GRACIAS Aeromexico.

Esperaré los días en esta cuenta regresiva, porque muy seguramente escribiré con mucha alegría los pormenores de la crónica de una derrota anunciada, ya que el gremio de sobrecargos no puede estar abandonada por las autoridades, si es que en verdad estamos ante la posible era de la "mano firme", y de la resurrección del estado de derecho.

Que se escuche bien, y que se escuche lejos

Y, sin embargo, se mueve...
Laura Tena

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