¿Por qué lo mataron?
Víctima de 'La Flor', Jorge Palma dejó una viuda y dos hijos de 18 y 14 años de edad, quienes se fueron a provincia en busca de tranquilidad
Por Luis Cruz
Ciudad de México (12 de octubre de 2008).- Jorge Palma sirvió a la familia Martí durante 14 años y hasta el día de su muerte.El chofer fue secuestrado junto con Fernando Martí el 4 de junio, y con su asesinato llevó a la familia el mensaje de que los secuestradores de la banda de "La Flor" querían un pago rápido.
José Luis Carreón, quien fuera su suegro, sólo se pregunta "¿por qué?".El hombre de 68 años de edad recuerda que el infierno en el que ahora viven él, su hija y sus nietos, comenzó poco después del de la familia Martí, cuando Matilde, la mamá de Fernando, llamó por teléfono para darles la noticia del secuestro, en el que la tercera víctima era el escolta, Cristian Salmones.
El cuñado de Jorge acudió a la casa de la familia Martí, para ver cuál era el plan a seguir."No se preocupen, todo saldrá bien, vamos a negociar y vamos a pagar el rescate", le dijeron para tranquilizarlo.
El hombre regresó a casa para dar la noticia a sus familiares, y aunque sentían tranquilidad y apoyo de los padres de Fernando, las horas transcurrieron como agua cayendo de un gotero, comenta el suegro de Jorge.
"Teníamos la esperanza, además, pues por el poder económico, que no se iba a escatimar en nada, iba a regresar si acaso golpeado", recuerda.A partir de ese momento nadie salió de casa. Los familiares de Jorge perdieron el apetito, las cosas pasaban muy rápido, menos el tiempo. Con gente rodeando la casa, y los teléfonos intervenidos ante la posibilidad de que los secuestradores pudieran comunicarse en cualquier momento, su hogar era como una casa de seguridad.
De mal en peor
Casi desde el principio las cosas comenzaron a empeorar, pues los plagiarios lanzaron una amenaza a los Martí."Para que veas que esto es en serio, ¿a quién quieres que matemos primero? ¿Al viejo (Jorge Palma) o al niño (Fernando Martí)?"Nunca mencionaron a Cristian", resalta José Luis.
Pero los Martí, fieles a su palabra de que aceptarían las peticiones de los secuestradores, respondieron de inmediato. "No me toques a ninguno, te voy a pagar, no me toques a ninguno", dijo quien negociaba por la familia.
Al día siguiente del secuestro, la noche del 5 de junio, los delincuentes dejaron el cuerpo sin vida de Jorge Palma dentro de un Corsa estacionado en la Colonia Centinela, en la Delegación Coyoacán.
Estaba claro que era una advertencia de la banda de "La Flor", pues el chofer tenía la cabeza vendada y un crisantemo en la boca.En la cajuela del mismo auto se encontraba Cristian, cubierto de pétalos de la misma flor, pero aún con vida.
"Sabemos que él defendió hasta el último momento a Fernando", comenta el suegro de Jorge, "estamos orgullosos de él, de eso estamos seguros".José Luis asegura lo anterior porque, una semana antes del secuestro, su yerno le relató una plática que sostuvo con Fernando Martí.
El joven le preguntó a Jorge "¿Oye Palmita, y si un día nos atoran por ahí?", su chofer respondió: "Pues ya no las partieron, pero tú no te preocupes, que para eso estoy yo, para defenderte".
Una familia deshecha
Cuando los familiares del chofer se enteraron de su asesinato, continuaron rezando para que Fernando Martí fuera liberado con vida y la muerte de Jorge no fuera en vano, pero nada resultó.
Si bien terminó la incertidumbre para los Carreón, comenzó el dolor y la lucha por asimilar la pérdida de un integrante de la familia.
Hasta el momento no sólo no han conseguido hacerlo, sino que cada vez ven más lejana la posibilidad de lograrlo.
La esposa de Jorge decidió dejar el Distrito Federal. Ahora vive en una ciudad de provincia, con sus dos hijos, con la esperanza de juntar dinero y mudarse a Estados Unidos el próximo año.
"En cuestión de segundos acabaron con nosotros", asegura José Luis, mientras aguanta el llanto.La tristeza, comenta, se convirtió en su compañera desde entonces. Hace 2 semanas visitó él solo a su hija y sus nietos, pues una enfermedad le impide a su esposa viajar.
Dice que se fue a despedir de ellos, pues tal vez sea la última ocasión que los ve.Con lágrimas, recuerda lo bien queridos que eran sus nietos entre la familia Martí, a la que su yerno sirvió durante los mismos años que tenía Fernando cuando fue asesinado.
Por ello, Jorge vio crecer al hijo menor de los Martí, e incluso la relación de Fernando con sus hijos era tan estrecha que se llamaban primos.
Queda la duda
A más de 4 meses de la muerte de Jorge, a José Luis lo sigue carcomiendo una pregunta que, dice, intentará responder hasta el día de su muerte. ¿Por qué lo mataron?
Las respuestas son ambiguas, chocan, se entrelazan por momentos, pero al final queda la inconformidad. "¿Por qué sólo a Jorge?", se pregunta José Luis.
"Por las noches no duermo, pienso, tengo que tener cordura, debo saber por dónde ando, a dónde voy, tengo que pensar de nuevo qué pasó".El hecho de que Jorge haya sido asesinado tan rápido, al día siguiente del secuestro, el que Cristian sólo haya sido golpeado, el que Fernando Martí también haya muerto, lo llevan a pensar que los Martí fueron traicionados, pero aún no puede responderse por quién.
José Luis dice que se siente muy solo, pues su hija y sus nietos se fueron, lo que equivale a perderlos.
Él sabe de pérdidas, porque hace 16 años otro de sus hijos falleció en un accidente en motocicleta.
Con esto, dice, ya no le importa nada."He tenido dos golpes en mi vida de los cuales nunca me voy a recuperar, la muerte de mi hijo hace años, y la muerte de Jorge", asegura José Luis.
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Fecha de publicación: 11-Oct-2008
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