Campos Elíseos
13 de julio de 2008
La familia de Remedios Marín Ruiz, la policía de 20 años que murió en el operativo del New’s Divine, está sentada en la glorieta del metro Insurgentes
“Yo ya ni sé qué hacer, ni qué pedir. Yo sólo querría saber cómo fue que mi hija falleció”
La familia de Remedios Marín Ruiz, la policía de 20 años que murió en el operativo del New’s Divine, está sentada en la glorieta del metro Insurgentes.
Están su madre, Teresa Ruiz Chávez; su padrastro, Victorio Carrillo (un solo apellido: su padre no estuvo, así se usaba); sus dos hermanos: Alicia y Raúl. Está también Valerie, la pequeña hija de Remedios. Ella sonríe, da sus primeros pasos, se interesa por el micrófono. A sus 10 meses, aún no comprende lo que le pasó a su mamá, a quien lleva 20 días de no ver. Detrás de nosotros sobresale el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSP-DF).
La familia de Remedios está “dolida”. Esa es la palabra que utilizan constantemente. Se les nota en la mirada, en el desánimo.
No tienen coraje, no están enojados… o aún no. Pero también me da la impresión de que están acostumbrados a que la vida los trate mal: encarnan la resignación de la marginación:
La familia de Remedios Marín Ruiz, la policía de 20 años que murió en el operativo del New’s Divine, está sentada en la glorieta del metro Insurgentes.
Están su madre, Teresa Ruiz Chávez; su padrastro, Victorio Carrillo (un solo apellido: su padre no estuvo, así se usaba); sus dos hermanos: Alicia y Raúl. Está también Valerie, la pequeña hija de Remedios. Ella sonríe, da sus primeros pasos, se interesa por el micrófono. A sus 10 meses, aún no comprende lo que le pasó a su mamá, a quien lleva 20 días de no ver. Detrás de nosotros sobresale el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSP-DF).
La familia de Remedios está “dolida”. Esa es la palabra que utilizan constantemente. Se les nota en la mirada, en el desánimo.
No tienen coraje, no están enojados… o aún no. Pero también me da la impresión de que están acostumbrados a que la vida los trate mal: encarnan la resignación de la marginación:
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