Bien, iniciaremos por recordar ¿quién comandó las Aerolíneas, que ahora se ¿venden?
Para conocer un interesante análisis, con respecto a la restructuración del sector privado, en nuestra nación, por Taeko Hoshino, podrán consultarlo en la liga que dejo, así como el título del documento:
PRIVATIZATION OF MEXICO'S PUBLIC ENTERPRISES AND THE RESTRUCTURING OF THE PRIVATE SECTOR
Taeko HOSHINO
http://www.blackwell-synergy.com/action/showPdf?submitPDF=Full+Text+PDF+%28589+KB%29&doi=10.1111%2Fj.1746-1049.1996.tb00728.x&cookieSet=1
Después, existe otro documento en español, que contiene un profundo estudio de nuestros males, así como los recuadros, de lo que fue "privatizado", y sobre todo, ¿por quién?, el texto dice claramente cómo el dinero, se ha logrado a través del tráfico político
En un documento, elaborado en la facultad de economía, se publica lo siguiente:
CAPITULO II
LA NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA Y LA RESTRUCTURACION DE LOS
GRUPOS DE CAPITAL FINANCIERO
El primero es la incorporación del sector bancario al núcleo industrial, “dichas
instituciones financieras están orientadas desde sus inicios hacia el fomento de actividades industriales.”3 En el interior de los grupos de núcleo industrial-financiero el desarrollo se llevó acabo de tres formas. En la primera la expansión se fincó en la inversión patrimonial tipo conglomerado (la familia Sada González en Vitro, Cydsa y Banpaís, y la familia Vallina en Cementos Chihuahua y Comermex, entre otras). La segunda forma de propiedad familiar fue a partir del fortalecimiento de un sector productivo o en el control oligopolio de algún sector (la familia Servitje, en alimentos con su Grupo Bimbo y la familia Lenz, en la producción de papel con las fábricas de Papel Loreto y Peña Pobre). La tercera forma se desarrolla a través de la asociación de grandes accionistas familiares con capital extranjero (la familia Basagoitia en Cigarrera La Moderna, la familia Hank González en Campos Hermanos y Ballesteros en Mexicana de Aviación.4
La segunda forma de relación entre el capital industrial y el bancario se refiere a la incorporación de la actividad industrial a instituciones bancarias y financieras a través de los consejos de administración mediante la compra de acciones. Estos GCF cuyo núcleo de expansión fue el financiero-industrial destacan Banamex, Bancomer y Serfín. El Grupo Banamex, históricamente ha sido uno de los grupos más poderosos de México, tenia como principales accionistas a Moisés Cosió Ariño, Agustín Legorreta Chauver, Antonio Madero Bracho, Pablo Deutz, Gastón Azcarraga Tamayo e Isaac Saba, todos ellos eran importantes accionistas de los grupos industriales en donde Banamex tenía fuertes intereses económicos.
El Grupo Bancomer poseía el control del Grupo Frisco con el 52.39% de las acciones en su poder, el 30% de Anderson Clayton, del Grupo Pigmentos y Productos Químicos tenia el 40.5% del total de sus acciones, finalmente el Grupo Serfín se asoció con los grupos Visa y Alfa, integrado por el Banco de Londres y México.5
(Página 20)
7) Operadora de Bolsa: en esta casa de bolsa no bancaria se asociaron, con el que era su principal accionista, Eduardo Legorreta, varios nuevos participantes de origen industrial entrelos que destacan la familia Saba Rafful (Celenese Mexicana), Antonio Madero Bracho (SanLuis), Israel Brenner (Pliana), Luis Prado Vieira (Super Mercados y DESC), Prudencio López(Condumex, DESC y Alcan Aluminio), Jorge Sada (Vitro), Alejandro Garza Lagüera (VISA) y Javier López del Bosque (Grupo Industrial de Saltillo y Banpaís).
http://www.economia.unam.mx/secss/docs/tesisfe/MendozaHA/cap2.pdf
Observemos el siguiente cuadro, que corresponde a la adquisición de grandes empresas paraestatales:
Una pequeña parte del texto, que encierra el documento, en el cual se publicó la anterior tabla, cita lo siguiente:
3.31 Una concentración alta del ingreso no es en sí misma dañina para el crecimiento.
El impacto de la desigualdad del ingreso y la riqueza sobre el crecimiento depende de si o de empresarios buscadores de rentas con altos niveles de influencia. La evidencia internacional encuentra que la riqueza multimillonaria lograda de manera independiente se asocia con un mayor crecimiento, pero que la riqueza heredada se relaciona con menor crecimiento (Morck,Wolfenzon y Yeung, 2004). Aunque los multimillonarios mexicanos en general no heredaron su riqueza, la ganaron mediante conexiones políticas y acceso privilegiado a los mercados, y no por la innovación y el esfuerzo competitivo que se asocian con el crecimiento. Asimismo, algunas formas de concentración de la riqueza se asocian con un extenso control, que distorsiona el funcionamiento de los mercados y el diseño de políticas. De acuerdo con Morck, Wolfenzon y Yeung (2004, p. 3):
“El hecho de confiar el gobierno de grandes segmentos del sector corporativo de
un país a un diminuto grupo de élites puede sesgar la asignación del capital para dar ventaja a esas élites, así como también reducir el ritmo de la
innovación…Asimismo, a fin de conservar sus posiciones privilegiadas dentro
del statu quo, las élites que ejercen el control utilizan una serie de contactos políticos para paralizar el desarrollo institucional de los mercados de capital y erigir una serie de barreras a la entrada”.
3.32 Como documentaron Guerrero, López‐Calva y Walton (2006), este patrón de
concentración de la riqueza obstaculiza la competitividad y el crecimiento en la
economía. En general, en los casos en los que el control oligárquico familiar de las
actividades económicas es alto, el crecimiento es más bajo, empeora el nivel de salud, la calidad del gobierno y la desigualdad del ingreso crece.67 También en México la evidencia apunta hacia el hecho de que los derechos de control de las empresas llevan a la generación de beneficios privados que superan el valor de lo que reciben los accionistas sin facultades de control. La prima por la compra de acciones en bloque o con poder de voto (que otorgan derechos de control), alcanza en México, en comparación con el valor de mercado (que refleja el valor de la acción para los accionistas sin derecho de control) niveles de 34 y 36 por ciento respectivamente. Estas cifras son mayores que las de Estados Unidos (2 y 2 por ciento), Corea del Sur (16 y 29 por ciento) y Chile (15 y 23 por ciento), aunque son comparables a las de Italia (37 y 29 por ciento) y Brasil (65 y 23 por ciento). Asimismo, la concentración de riqueza exacerba el papel del dinero en la política, abriendo una brecha entre electores y políticos de manera que se limita el impacto de la rendición de cuentas electoral.
El impacto de la desigualdad del ingreso y la riqueza sobre el crecimiento depende de si o de empresarios buscadores de rentas con altos niveles de influencia. La evidencia internacional encuentra que la riqueza multimillonaria lograda de manera independiente se asocia con un mayor crecimiento, pero que la riqueza heredada se relaciona con menor crecimiento (Morck,Wolfenzon y Yeung, 2004). Aunque los multimillonarios mexicanos en general no heredaron su riqueza, la ganaron mediante conexiones políticas y acceso privilegiado a los mercados, y no por la innovación y el esfuerzo competitivo que se asocian con el crecimiento. Asimismo, algunas formas de concentración de la riqueza se asocian con un extenso control, que distorsiona el funcionamiento de los mercados y el diseño de políticas. De acuerdo con Morck, Wolfenzon y Yeung (2004, p. 3):
“El hecho de confiar el gobierno de grandes segmentos del sector corporativo de
un país a un diminuto grupo de élites puede sesgar la asignación del capital para dar ventaja a esas élites, así como también reducir el ritmo de la
innovación…Asimismo, a fin de conservar sus posiciones privilegiadas dentro
del statu quo, las élites que ejercen el control utilizan una serie de contactos políticos para paralizar el desarrollo institucional de los mercados de capital y erigir una serie de barreras a la entrada”.
3.32 Como documentaron Guerrero, López‐Calva y Walton (2006), este patrón de
concentración de la riqueza obstaculiza la competitividad y el crecimiento en la
economía. En general, en los casos en los que el control oligárquico familiar de las
actividades económicas es alto, el crecimiento es más bajo, empeora el nivel de salud, la calidad del gobierno y la desigualdad del ingreso crece.67 También en México la evidencia apunta hacia el hecho de que los derechos de control de las empresas llevan a la generación de beneficios privados que superan el valor de lo que reciben los accionistas sin facultades de control. La prima por la compra de acciones en bloque o con poder de voto (que otorgan derechos de control), alcanza en México, en comparación con el valor de mercado (que refleja el valor de la acción para los accionistas sin derecho de control) niveles de 34 y 36 por ciento respectivamente. Estas cifras son mayores que las de Estados Unidos (2 y 2 por ciento), Corea del Sur (16 y 29 por ciento) y Chile (15 y 23 por ciento), aunque son comparables a las de Italia (37 y 29 por ciento) y Brasil (65 y 23 por ciento). Asimismo, la concentración de riqueza exacerba el papel del dinero en la política, abriendo una brecha entre electores y políticos de manera que se limita el impacto de la rendición de cuentas electoral.
Y, ahora chequemos los medios, ya que ayer, dentro de la columna de David Páramo, se publicaba con respecto a la ¿venta? de Aeroméxico, en parte, lo siguiente:
Tercero. Una operación como la que está contemplando Azcárraga sólo sería rentable si alguna fuerza les garantizara una posición monopólica o muy dominante en el mercado, así como la participación de un grupo de inversionistas con mucho mayor capital que el que tiene Grupo Posadas e incluso aliado con Ángel Losada.
Así, la primera pregunta que tendría que hacer la CFC sería realmente quiénes están atrás de la oferta de Azcárraga.
Cuando este hombre anunció, en lo que parecía un invento, que estaba analizando la posibilidad de comprar Aeroméxico faltaba unir algunas piezas. Resulta que "un grupo en torno a Banamex" podría ser una complicada estrategia para esconder las verdaderas intenciones.
Por exitosos que sean los negocios de José Luis Barraza, obviamente él no podría encabezar una operación de más de 100 millones de dólares, así que él también sería un representante de otros compradores.
Los voceros de "un grupo en torno a Banamex" han dicho una y otra vez que Manuel Medina Mora y Roberto Hernández han estado detrás de las decisiones de esta oferta que, reiteramos, todavía no ha sido presentada a los accionistas de Aeroméxico. Así que más bien parecería que todo se trata de una complicada trama a través de la cual Hernández usa como frentes a Barraza y/o Azcárraga, con el fin de consolidar una operación que le permita tener una posición monopólica en el país en el negocio de la aviación.
Pérez Motta y la CFC deben estar particularmente pendientes en torno a las consecuencias nefastas que tendría para la competencia una operación de este tipo. Debe tenerse gran claridad en que la venta debe servir, además, para impulsar una mayor competencia en el sector de la aviación.
Así, la primera pregunta que tendría que hacer la CFC sería realmente quiénes están atrás de la oferta de Azcárraga.
Cuando este hombre anunció, en lo que parecía un invento, que estaba analizando la posibilidad de comprar Aeroméxico faltaba unir algunas piezas. Resulta que "un grupo en torno a Banamex" podría ser una complicada estrategia para esconder las verdaderas intenciones.
Por exitosos que sean los negocios de José Luis Barraza, obviamente él no podría encabezar una operación de más de 100 millones de dólares, así que él también sería un representante de otros compradores.
Los voceros de "un grupo en torno a Banamex" han dicho una y otra vez que Manuel Medina Mora y Roberto Hernández han estado detrás de las decisiones de esta oferta que, reiteramos, todavía no ha sido presentada a los accionistas de Aeroméxico. Así que más bien parecería que todo se trata de una complicada trama a través de la cual Hernández usa como frentes a Barraza y/o Azcárraga, con el fin de consolidar una operación que le permita tener una posición monopólica en el país en el negocio de la aviación.
Pérez Motta y la CFC deben estar particularmente pendientes en torno a las consecuencias nefastas que tendría para la competencia una operación de este tipo. Debe tenerse gran claridad en que la venta debe servir, además, para impulsar una mayor competencia en el sector de la aviación.
Hoy, en otras columnas, se escribía lo siguiente:
Empresa
Alberto Barranco
12 de septiembre de 2007
Balance general
Aunque Mexicana de Aviación y Aeroméxico ya no acaparan en conjunto 84% del mercado, como sucedió en la época en que la Comisión Federal de Competencia les prohibió la posibilidad de operación conjunta, las señales apuntan a que la dependencia les negará a los dueños de la primera la posibilidad de adquirir la segunda.
El gran obstáculo lo representa la presencia de un socio incómodo en el grupo que acompaña a Gastón Azcárraga Andrade en la sociedad, es decir Fernando Chico Pardo, el mayor accionista del Grupo Aeroportuario del Sureste.
De hecho, costó sangre avalar la compra de Mexicana.
Ahora que llama la atención el que la firma que se asume en posición de quiebra tenga 100 o 120 millones de dólares para avalar su oferta, cuando no ha cumplido sus compromisos de inversión por 180.
De integrarse, las líneas aéreas hegemónicas del país tendrían 70% del mercado.
Aunque Mexicana de Aviación y Aeroméxico ya no acaparan en conjunto 84% del mercado, como sucedió en la época en que la Comisión Federal de Competencia les prohibió la posibilidad de operación conjunta, las señales apuntan a que la dependencia les negará a los dueños de la primera la posibilidad de adquirir la segunda.
El gran obstáculo lo representa la presencia de un socio incómodo en el grupo que acompaña a Gastón Azcárraga Andrade en la sociedad, es decir Fernando Chico Pardo, el mayor accionista del Grupo Aeroportuario del Sureste.
De hecho, costó sangre avalar la compra de Mexicana.
Ahora que llama la atención el que la firma que se asume en posición de quiebra tenga 100 o 120 millones de dólares para avalar su oferta, cuando no ha cumplido sus compromisos de inversión por 180.
De integrarse, las líneas aéreas hegemónicas del país tendrían 70% del mercado.
Nombres, nombres y... nombres
Alberto Aguilar
12 de septiembre de 2007
LOS QUE ACABAN de presentar un escrito ante el IPAB de María Teresa Fernández son Alberto Saba Raffoul y Moisés Saba Masri. En el mismo acreditan que nunca han sido funcionarios de la banca ni colaboradores de ese instituto; tampoco participaron en acciones legales contra el mismo; no han estado en cartera vencida y el punto a destacar es que jamás han sido parte de algún grupo beneficiado por programas de ese fideicomiso. El documento, obvio lleva línea contra el grupo ligado a Banamex que quizá hoy o mañana pudiera presentar su OPA por Aeroméxico que dirige Andrés Conesa. Y es que se asegura que tan sólo José Luis Barraza, su representante, sí se benefició del IPAB, lo que lo inhabilitaría.
Y, hace un rato, se hace pública la siguiente propuesta:
Ofrecen dls. 151 millones por Aeroméxico
El grupo de inversionistas dijo que ofrecerá 1.6842 pesos por acción hasta por el 100 por ciento de los papeles de Consorcio Aeroméxico
Por Gabriela Cabrera
Ciudad de México (12 septiembre 2007).- Un grupo de inversionistas, encabezados por José Luis Barraza González y el Grupo Financiero Banamex, entraron a la pugna por Aeroméxico.La operación se realizará a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) por el 100 por ciento de las acciones de la empresa a un precio de 1.6842 pesos por acción, 7.27 por ciento superior al valor promedio de mercado de los últimos siete días, con un monto total de mil 671.4 millones de pesos o aproximadamente 151 millones de dólares, detalló Banamex en un comunicado.La oferta será por no menos de 497 millones 197 mil 628 acciones, representativas del 50.1 por ciento del capital social de la empresa.El grupo de inversionistas está integrado por las familias Aramburuzabala y Canales Clariond, Juan Francisco Beckman Vidal, Henry Bremond Pellat, Antonio Cosío Pando, Valentín Díez Morodo, Agustín Franco Macías, Eugenio Garza Herrera, Ricardo Martín Bringas, Francisco Medina Chávez, Tomás Milmo Santos, Maximino Salazar Nava y Eduardo Tricio Haro.La mayoría del capital y el control de la empresa la ostentará este grupo de inversionistas, mientras que Grupo Financiero Banamex tendrá una parte minoritaria.La oferta incluye el compromiso de inyectar 240 millones de pesos de nuevo capital a Consorcio Aeroméxico, para reforzar sustancialmente la posición competitiva de la empresa y permitir una importante expansión en el futuro, señaló Banamex."Este aumento de capital, junto con el ambicioso plan de fortalecimiento que pondrá en marcha el grupo de inversionistas, redundará en el corto plazo en beneficios tangibles para la empresa, sus clientes y sus trabajadores", dijo.El modelo de negocios del grupo postor está enfocado a desarrollar nuevas oportunidades de negocio, una mejora estructural en la productividad y la obtención de costos competitivos. En particular, busca abrir nuevas rutas a nivel nacional e internacional y aumentar las frecuencias en las ya existentes, así como ampliar y homogeneizar la flota de aviones.Todo esto redundará en un servicio de calidad mundial y beneficios tangibles para todos los usuarios de la aerolínea, agregó.Copyright © Grupo Reforma Servicio Informativo
El grupo de inversionistas dijo que ofrecerá 1.6842 pesos por acción hasta por el 100 por ciento de los papeles de Consorcio Aeroméxico
Por Gabriela Cabrera
Ciudad de México (12 septiembre 2007).- Un grupo de inversionistas, encabezados por José Luis Barraza González y el Grupo Financiero Banamex, entraron a la pugna por Aeroméxico.La operación se realizará a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) por el 100 por ciento de las acciones de la empresa a un precio de 1.6842 pesos por acción, 7.27 por ciento superior al valor promedio de mercado de los últimos siete días, con un monto total de mil 671.4 millones de pesos o aproximadamente 151 millones de dólares, detalló Banamex en un comunicado.La oferta será por no menos de 497 millones 197 mil 628 acciones, representativas del 50.1 por ciento del capital social de la empresa.El grupo de inversionistas está integrado por las familias Aramburuzabala y Canales Clariond, Juan Francisco Beckman Vidal, Henry Bremond Pellat, Antonio Cosío Pando, Valentín Díez Morodo, Agustín Franco Macías, Eugenio Garza Herrera, Ricardo Martín Bringas, Francisco Medina Chávez, Tomás Milmo Santos, Maximino Salazar Nava y Eduardo Tricio Haro.La mayoría del capital y el control de la empresa la ostentará este grupo de inversionistas, mientras que Grupo Financiero Banamex tendrá una parte minoritaria.La oferta incluye el compromiso de inyectar 240 millones de pesos de nuevo capital a Consorcio Aeroméxico, para reforzar sustancialmente la posición competitiva de la empresa y permitir una importante expansión en el futuro, señaló Banamex."Este aumento de capital, junto con el ambicioso plan de fortalecimiento que pondrá en marcha el grupo de inversionistas, redundará en el corto plazo en beneficios tangibles para la empresa, sus clientes y sus trabajadores", dijo.El modelo de negocios del grupo postor está enfocado a desarrollar nuevas oportunidades de negocio, una mejora estructural en la productividad y la obtención de costos competitivos. En particular, busca abrir nuevas rutas a nivel nacional e internacional y aumentar las frecuencias en las ya existentes, así como ampliar y homogeneizar la flota de aviones.Todo esto redundará en un servicio de calidad mundial y beneficios tangibles para todos los usuarios de la aerolínea, agregó.Copyright © Grupo Reforma Servicio Informativo
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Fecha de publicación: 12-Sep-2007
Y, con los nombres señalados, seguimos observando, que no hay diferencia entre los grupos que siguen apostando. Unos niegan, pero de repente encontramos datos, que podría señalarnos, que finalmente NUESTROS BIENES, se podrían quedar, entre LOS GRUPOS DE SIEMPRE, ¿ o no?
Que se escuche bien, y que se escuche FUERTE
Y, sin embargo, se mueve...
Laura Tena
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