Sin duda estará la fecha más importante que será la del 6 de septiembre, donde finalmente se podrá conocer el fallo que emita el Tribunal Federal Electoral, y hasta ese entonces conocer cómo calificará todas las impugnaciones presentadas, porque las diligencias ordenadas habrán de mostrar sí se puede considerar valida la pasada elección, conforme a los lineamientos jurídicos que hasta hoy tenemos vigentes, y que señalan al tribunal, como garante para calificar el resultado de una elección.
Contamos en la transición democrática con espacios que permiten a otros manifestarse libremente, así como también la garantía de no ser perseguidos políticamente por la discrepancia en ideologías.
Mucho hemos avanzado en cuestión de libertad, e irónicamente con base en ella, hoy se bloquea el libre tránsito para los demás. Estamos siendo espectadores de cómo por un lado a través del discurso amarillo se cita, que todo el movimiento se dá conforme a la ¿legalidad?, y en contraste algunos sabemos que existen leyes que consideran la obstrucción de vías generales como algo totalmente ilegal, así como el amotinamiento que hoy se tiene disfrazado de “campamento” en algunas arterias de la ciudad
Mientras llega el 6 de septiembre, pues seguimos con la fiesta organizada como medio de protesta, donde ayer hemos conocido que, para apuntalar más la presión que está claramente concebida y dirigida, contra la decisión que pudiera tomar el TRIFE, las movilizaciones continuarán y, estarán muy presentes, el 1° de septiembre, fecha en que se rendirá el último informe de gobierno, y el Presidente Vicente Fox anunciará a toda la nación, qué y cuántos fueron sus logros, así como los pendientes que han quedado en éste período de Transición. Será interesante conocer la lista de pendientes que se rindan, así como una deseada crítica, en lo que a futuro, se deba reformar.
Entre el 1° y el 6 de septiembre, tal vez se pudiéramos recordar, que en las páginas de nuestra historia, también se transitó en el año de 1828 una situación que parecería similar, cuando Vicente Guerrero y González Pedraza habían contendido para ganar Presidencia de México, y donde narra la historia que González Pedraza ganó por la diferencia que hiciera un solo voto en esa elección. Cabe decir, era muy distinta a la que hoy conocemos, porque no había un IFE y quien calificaba al ganador era precisamente el Congreso. Cuenta la historia que Vicente Guerrero mediante el Plan de la Acordada, al conocer el resultado de manera inmediata gritó que el resultado era un fraude, y procedió a continuar con el movimiento de masas para destituir a González Pedraza. González Pedraza, al ver el caos en el cual estaba sumido el País, prefirió dimitir, se anularon sus votos para legitimizar a Vicente Guerrero. Vicente Guerrero toma el poder en enero de 1829, cuando el Congreso le otorga el nombramiento, cargo que ocupa por ocho meses. A partir de la fecha en que asume el Gobierno enfrenta una serie de complicaciones por movimientos sociales como lo fuera el suscitado por la expulsión de los españoles de México, el ofrecimiento de Estados Unidos para comprar Texas, a lo cual se opuso rotundamente y la guerra civil de Yucatán. En 1830 el mismo Congreso que lo había nombrado lo declara “imposibilitado para gobernar la República”, y el Caudillo marchó al sur. El 15 de enero de 1831 Francisco Picaluga lo toma prisionero, lo conduce a Huatulco, Oaxaca, lo llevan a Cuilapan en donde es ejecutado el 14 de febrero, después de un consejo de guerra. Vicente Guerrero pasó a nuestra historia junto con su cita: “La Patria es Primero”, que nace de la respuesta que le diera a su propio padre, cuando en 1819 se presenta a tratar de convencerlo, de deponer las armas a cambio de grandes privilegios, petición que le presentara porque el entonces Virrey Apodaca, así se lo manda cuando descubre que Guerrero es el único caudillo que sigue combatiendo a los Españoles con tácticas guerrilleras y había conseguido triunfos importantes.
Pues bien hago el recuento de ésa parte de nuestra historia, porque a partir del 7 de septiembre cuando ya sea oficial lo que el Tribunal dicte como sentencia, tendremos que empezar a analizar cuál será la reacción real de López Obrador, que por un lado se cita Juarista, pero que en sus movimientos parecería emular más a lo que fuera la lucha del caudillo Vicente Guerrero.
Tendremos que ver qué tan convencido está en proseguir su movimiento, movimiento que ya no está sujeto a sí el PRD lo aprueba o no, ya ha dado muestras que en ésto sólo va con el pueblo, y, como él cita en sus discursos: “Hasta las últimas consecuencias”,”llegaremos, hasta donde ustedes, quieran”. Aunado a ello, tendremos que seguir de cerca la reacción que se pudiera estar presentando también en los días por venir de manera aleatoria (Resistencia ¿Civil Pacífica?/ reacciones de mercado, bolsa, dólar, taza de interés, etc), con los inversionistas que tenemos en México, los cuales hasta el día de hoy, han mostrado expectación y hasta cierto grado de confianza, en que al final de todo el movimiento político que tenemos hasta la fecha de hoy, pudiera llegar la calma, o a la negociación de la situación. Tal vez la respuesta interesante por conocer es:
Si el movimiento actual que aglutina masas, es una forma de canalizar la amplia inconformidad que hay en al menos más de 14 millones de mexicanos que votaron por López Obrador y sus propuestas, y que éste movimiento pudiera “controlar y dirigir” ésas causas, y para evitar que se desacerben sin control o guía.
O
Si acaso estamos, ante un naciente caudillo atípico, que esté instalando un pequeño golpe de estado y permanecer los años que pueda mantener su causa muy alejado de la legalidad, porque dejaría de ser mitin de ideas o legítimas protestas, y pasaría a ser amotinamiento contra el Estado , atropellando a quién esté al mando de nuestra nación . Tal vez por ello sus mantas ahora citan: El Estado no es Patria, ya que de alguna manera empata con la cita de Vicente Guerrero: La Patria es Primero, y en esa orden de ideas el fin sería pasar por encima del Estado, como una clara reacción de rebeldía declarada, ya no en discursos, sino en hechos y acciones.
De momento hay sin duda un tablero de ajedrez político, y el cómo mover las fichas para que nadie salga lesionado:
¿Cómo, pero sobre todo, hasta dónde actuar en las siguientes situaciones?
Todas las movilizaciones anunciadas donde proseguirán atosigando a Vicente Fox, y en el discurso que dirige ésa movilizaciones, una voz que siembra la invitación al repudio popular, porque nuevamente coloca la etiqueta de “Traidor a la Democracia”.
El Sexto Informe de Gobierno, donde se estará desafiando a todos los poderes, y al resto de los mexicanos que no están en su movimiento, donde irónicamente está colocada la mayoría silenciosa, y donde se supondría debería de estar instalada la democracia.
La celebración del grito de Independencia, donde el espacio seguirá con el grupo inconforme y el mensaje que de ahí se dará dependiendo de sí el Ejecutivo cede el espacio, como una muestra más de tolerancia.
El desfile militar del 16 de septiembre, donde hoy se presenta como opción que el ejército pueda salir por la mañana, y por la tarde se reanuden las acciones programadas para ese día en especial, donde se pretender celebrar un “Congreso Nacional de Pueblos”.
¿Cuál será el movimiento de fichas en el tablero que el Presidente Electo y el Presidente actual puedan acordar , ahora sí por el en bien de México?, porque lo que sí es seguro es que nadie quiere sangre y mucho menos escenarios violentos, por eso el movimiento que se haga de las fichas, será posiblemente la pauta que nos muestre y, sobre todo nos demuestre, qué podemos esperar.
Sin lugar a dudas lo que López Obrador ha venido a resucitar con su movimiento, son las actitudes de la vieja Izquierda que desprecian la formalidad electoral y democrática. Y pensar que hace tan sólo unos años, se consideró a la izquierda mexicana como, "la gran responsable de la transición democrática". ¡Claro que así probablemente habría sucedido, sí la Izquierda no se hubiera dejado secuestrar por el Caudillo encerrado y ensimismado que parece ser López Obrador!.
Laura Tena
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